SOBRAN DENTISTAS Y AUMENTAN LAS MALAS PRÁCTICAS
El excesivo número de licenciados es un problema de diferentes profesiones sanitarias, cuyas consecuencias trascienden del ámbito laboral, ya que suponen un evidente deterioro de la calidad asistencial y un riesgo para la salud de los ciudadanos. En el caso de los dentistas, la situación es cada vez más extrema.
Lo que para los estudiantes siempre ha sido una salida prometedora y con posibilidades de futuro, se ha convertido en un esfuerzo económico y académico que lleva directamente al paro o, en el mejor de los casos, a un empleo precario y sin porvenir. Lo atractivo y prometedor que e tenía ser dentista, ahora se atribuye a otras profesiones como la Biomedicina, la Ingeniería Informática y Ambiental, que se han convertido en los empleos con futuro. Definitivamente, estudiar Odontología ya no es lo que e era.
En Madrid hay un dentista sta por cada 810 habitantes, lo que es más del triple de la tasa recomendada por la OMS –que es de un dentista por cada 2.500-3.000 habitantes-, y este dato se repite en toda España. Según un informe del Consejo Europeo de Dentistas, España es el país con mayor número de graduados en Odontología de Europa y el tercero en número de facultades de Odontología.
A ello se suma la diferencia que nos separa de la mayoría de los países europeos, en los que el número de estudiantes en Odontología está regulado por el Estado – bien por el Ministerio de Sanidad o por el de Educación-, y existe un cupo de licenciados por universidad que se establece cada año. En países como Suecia, es de unos 85 alumnos, en Francia es de 75 aproximadamente y en otros como Irlanda o Finlandia esa cifra no supera los 40 estudiantes por universidad y año.
Un caso significativo es el de Italia, un país con mayor población que España y en el que es el Ministerio de Educación, Universidad e Investigación (MIUR) el encargado de regular la situación. En el curso de 2013-2014 se ha matriculado un total de 1.070 nuevos alumnos en las 34 facultadesfacul que imparten Odontología,Odon lo que supone ununa media de unos 31 alumnosal por facultad, mmientras que solamente en Madrid,-en las cinco universidades que imparten Odontología-, se estima que han iningresado este curso unos 80800 alumnos, a los que habhabrá que sumar los de las otras 115 universidades de toda España en las que se ofrece esta formación.
Y es que en España no existe ninguna regulación oficial, lo que provoca un enorme desfase entre el número de dentistas existente y el necesario para satisfacer la también reducida demanda asistencial en materia de salud oral de los españoles. El resultado es un cada vez mayor número de dentistas que no puede ejercer su profesión - el 31% en la actualidad, según un reciente informe realizado por el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la Primera Región
«EXISTE UN ENORME DESFASE ENTRE EL NÚMERO DE DENTISTAS Y EL NECESARIO PARA ATENDER LA DEMANDA ASISTENCIAL»
(COEM)-, que, agravado por la difícil situación que atraviesa nuestro país, se traduce un perjuicio para profesionales y pacientes.
En el caso de los profesionales, en forma de condiciones laborales cada vez más precarias, clínicas que se ven obligadas al cierre, una competencia sin cuartel en precios que en muchas ocasiones deriva en una pérdida en la calidad del producto e incluso en malas prácticas profesionales, que son padecidas por los pacientes. Así lo refleja el alarmante incremento de reclamaciones recibidas en el COEM por insatisfacción de los pacientes, un 300% más en 2013. Algunos ejemplos son la publicidad engañosa que atrae pacientes que son tratados con un criterio más comercial y empresarial que clínico y sanitario. No olvidemos que hablamos de salud, nuestro bien más preciado.
A esto hay que sumar el aspecto económico, como dato, el coste de formación de un estudiante de Odontología en una universidad pública es de unos 60.000€ por alumno, un gasto que sale de las arcas públicas y que aumenta de forma desproporcionada.
Desde el COEM no podemos permanecer impasibles a esta situación y tenemos el firme objetivo de velar por la salud bucodental de la población y por la calidad de nuestros profesionales, por eso instamos a las autoridades a establecer unos Numerus Clausus, un cupo limitado de estudiantes que permita regular una profesión que lucha por frenar el deterioro de la calidad asistencial a los pacientes y por mantener el indudable prestigio internacional del que gozan la Odontología y los dentistas españoles hoy en día.