Resuelto el misterio de las tres
Médicos del Hospital Niño Jesús identifican un nuevo mecanismo molecular que afecta a la talla baja de origen genético y familiar. Esta patología, desde ahora, es tratable
Era un misterio sin explicación aparente. De una familia con cuatro hijas, tres de ellas tenían una talla anormalmente baja. Tan solo la segunda, que con 10 años ya era mucho más alta que su hermana mayor, de 15 (150 centímetros frente a 125) parecía no estar afectada. Tampoco el padre ni la madre mostraban irregularidades en cuanto a su altura, entonces, ¿qué estaba ocurriendo?
Jesús Argente, jefe de Endocrinología y Pediatría del Hospital Niño Jesús de Madrid, explica que realizaron «todos los estudios pertinentes y, efectivamente, tenían una deficiencia en la hormona del crecimiento familiar, puesto que todos los parámetros bioquímicos que empleamos para valorar el crecimiento eran prácticamente nulos » . Cuando esto sucede, el siguiente paso es estudiar causas genéticas. Sin embargo, cuando analizaron en estas niñas todos los genes conocidos hasta el momento, todos dieron resultados normales.
«Esto fue lo que nos llevó a realizar una nueva técnica, la del exoma, en virtud de la cual podemos analizar genes que son transcritos en el genoma humano, y obtener potenciales genes que podrían ser eventualmente candidatos a explicar la enfermedad», dice Argente a ABC Salud. «No siempre encontramos un gen adecuado, pero en esta ocasión sí fue así y entonces descubrimos un gen que se conocía pero nunca se había asociado a esta patología humana, el RNPC3, que codifica para un complejo de proteínas que es absolutamente esencial en la transcripción del ARN mensajero, es lo que llamamos el espliceosoma menor».
Este nuevo método, desarrollado por Argente junto a otros investigadores españoles y del Instituto de Biotecnología de Helsinki, ha sido publicado recientemente en la revista EMBO Molecular Medicine. La estrategia no sólo fue clave para resolver el misterio clínico de las hermanas, sino que
abre la puerta a descubrir nuevos mecanismos moleculares hasta ahora sin describir.
Como consecuencia de las mutaciones de ese gen RNPC3, los intrones (proteínas que participan en la transcripción del ARNm) que se producen, llamados U11 y U12, se producen de forma anómala. «Los pacientes presentaban un alelo enfermo», explica Argente. «La niña sana tenía un alelo enfermo pero también uno sano, lo que nos demuestra que en heterocigosis [la formación de un híbrido por unión de cigotos desiguales] no se produce el efecto». Sin embargo, las otras tres niñas resultaron tener dos alelos enfermos, el del padre y el de la madre, « por lo tanto habían heredado un alelo enfermo de cada progenitor y tenían lo que denominamos heterocigosis compuesta, situación en que se produce la enfermedad», dice este endocrino.
Mejoría espectacular
Este descubrimiento hace tratable la talla baja de origen armónico, « es decir, niños con aspecto normal en todos los sentidos; lo que ocurre es que son bajos», precisa Argente, que traza la distinción entre éstos y « otros niños que son displásicos y sufren alteraciones en su esqueleto. Y dentro de estos niños bajos armónicos, nos referimos exclusivamente a aquellos en que podemos dar una explicación genética familiar, debido a la acción de un gen en completo».
Ahora, tanto las tres hermanas como otros niños con esta patología «están siendo tratados con hormona del crecimiento biosintética y han tenido una respuesta excelente. Algunos niños, como no han producido nunca hormona del crecimiento, al serles administrados el tratamiento, producen anticuerpos contra la hormona que bloquea el crecimiento», explica el doctor.
Pero en el caso concreto de estas niñas no ha habido producción de anticuerpos y la respuesta ha sido, según Argente, «realmente espectacular. Llevan ya casi dos años de tratamiento y han recuperado prácticamente su talla genética en función de la talla de sus padres».
LOS PADRES TENÍAN UNA TALLA NORMAL, PERO DE LAS CUATRO HIJAS SOLO LA SEGUNDA TENÍA UNA TALLA ADECUADA LLEVAN YA CASI DOS AÑOS DE TRATAMIENTO Y YA HAN RECUPERADO LA TALLA GENÉTICA QUE LES CORRESPONDÍA