DEL RATÓN A LA PARAFARMACIA
EL Hospital La Paz, de Madrid, ha presentado su fórmula natural contra la menopausia. Se llama «Menonyn» y es un complemento nutricional con extracto de romero y vitamina E que promete combatir los síntomas de la menopausia. Lo hace en virtud de su poder antioxidante y antiinflamatorio que lucha contra el estrés oxidativo que sufre la mujer a partir de los 40 años.
Gracias a esta fórmula, que se ha vendido a una compañía farmacéutica, el Instituto de Investigación de La Paz ingresará una cantidad económica fija además de un porcentaje en función de las potenciales ventas millonarias. Con ese dinero se podrá seguir investigando y autofinanciando trabajos interesantes. Nada de esto es reprochable. Por el contrario, muestra un cambio de cultura en la investigación con visos comercia- les que en otros países lleva años asentada.
Pero surgen dudas sobre el atajo elegido para su comercialización y el aval científico que presta una institución como La Paz. Esta nueva fórmula contra la menopausia se comercializará como un complemento nutricional, un preparado para vender en herbolarios y parafarmacias que no necesita ni consejo médico ni tampoco pasar por los exigentes ensayos clínicos que se piden a un medicamento antes de ponerlo en el mercado. Se sugiere que actúa contra los síntomas de la menopausia, aunque en realidad no se ha demostrado. El producto solo ha sido probado en el laboratorio por ratones y cultivos de células humanas. No se sabe si en realidad combate los tradicionales sofocos, alteración del sueño o dolores de cabeza.
Los resultados con mujeres se conocerán después, cuando ya esté en las parafarma- cias de los grandes centros comerciales.
El caso de «Menonyn» recuerda al famoso «Revidox», el elixir de juventud lanzado con el aval del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Sus cápsulas contienen, entre otros compuestos, resveratrol el ingrediente antienvejecimiento del vino tinto. También se patentó y se comercializó como suplemento alimenticio. En sus envases se promete que «combate desde dentro el envejecimiento celular» y alivia numerosos problemas relacionados con el paso del tiempo, aunque su patente no prueba nada de esto. Lo que se patentó fue el proceso por el que estas cápsulas aumentan el contenido en resveratrol de la uva tinta. El sello del CSIC fue lo que le dio prestigio, como sucede ahora con La Paz y el producto contra la menopausia. Quizá funcione, pero aún no se sabe.