Las varices no son solo un problema estético
Las varices son venas que se dilatan y se vuelven tortuosas debido a un mal funcionamiento de las válvulas que controlan la presión y el flujo de la sangre. Además de ser antiestéticas son un problema que afecta la calidad de vida de quien las padece. Las grandes varices se presentan en un 10% de la población, con una incidencia cuatro veces superior en la mujer, pero las pequeñas dilataciones venosas y las arañas vasculares estan presentes hasta en el 70% de la población adulta. En nuestro país, las varices troculares afectan a una de cada cinco españolas a partir de los 35-40 años y su incidencia aumenta durante los embarazos. Su aparición se relaciona directamente con un fac-fac
tor hereditario, pero tam- ambién con una serie de circunstancias evitables, como el estreñimiento, la obesidad, los anticonceptivos, el sedentarismo, la exposición prolongada al calor y con profesioness que exigen permanecer mucho tiempo de pie o sentados.
Además del perjuicio estético que ocasionan, las varices pueden dar lugar a síntomas variables y que afectan de manera distin-nta según las personas, siendo los más frecuentes, pesadez, cansancio, dolor e hinchazón en las piernas. Su prevención va orientada a que evitemos una vida sedentaria y estar muchas horas de pie o sentados con poco movimiento. Asimismo, es preciso evitar la exposición prolongada al sol, las saunas o el calor intenso localizado.
Para diagnosticar las varices es especialmente útil el eco-doppler que nos permite explorar todos los trayectos venosos superficiales y profundos de las extremidades. Se trata de una prueba no dolorosa y con una gran fiabilidad diagnóstica.
Gracias a los avances tecnológicos, existen otro tipo de pruebas como las flebografías, que son radiografías con contraste, las angio-resonancias magnéticas, el angio-TAC, o las flebografías isotópicas, que son pruebas que pueden utilizarse como complemen-
to a los estudios con eco-doppler.
En cuanto al tipo de tratamientos, existen varios tipos de abordaje que pueden o deben ser utilizados de forma conjunta:
Medidas físico-higiénicas encaminadas a corregir los factores que predisponen al paciente como, por ejemplo, la obesidad, el sedentarismo, etc. En la mayoría de los casos es recomendable el uso de medias elásti
cas de compresión normal. El uso de fármacos, como los tónicos venosos, que empleamos como medidas complementarias a las descritas previamente. La escleroterapia, que consiste en la introducción en el interior de la vena de líquidos o espumas que producen una inflamación y obstrucción de la vena con la posterior desaparición de la red venosa. El tratamiento con microespuma de Polidocanol es uno de los trata mientos másm eficaces parap las varices de las extremidades inferiores.
La cirugía, es el método tradicional y consiste en eliminar las venas afectadas seccionándolas entre dos ligaduras realizadas en sus extremos y extirpándolas por tracción. Con la microcirugía se consiguen eliminar únicamente los trayectos afectados, mediante incisiones mínimas. Recientemente, se han introducido
técnicas endovasculares menos invasivas como el endoláser o la radiofrecuencia que tienen resultados similares a la cirugía convencional pero son menos agresivas y el post-operatorio es mejor. Otra técnica en uso desde hace unos años es el método CHIVA o cirugía hemodinámica venosa que, en casos seleccionados, puede ser eficaz.
Como especialista, recomiendo tratar las varices desarrolladas, las que han producido alteraciones en la piel o grasa subcutánea y aquellas en las que queremos evitar futuras complicaciones graves, como son el riesgo de tromboflebitis, úlceras o hemorragias.