«Las nuevas terapias ahorran costes»
RUBÉN QUEIRÓ REUMATÓLOGO HOSPITAL CENTRAL DE ASTURIAS
Indudablemente, en un paciente con psoriasis extenso y severo y poca afectación articular, el aspecto dominante va a ser la piel y viceversa. Pero lo que más va a deteriorar la calidad de vida del paciente es el cuadro articular. Tanto la psoriasis como la artritis, tienen hoy en día, múltiples aproximaciones terapéuticas, que permiten un abordaje exitoso de ambas manifestaciones.
Sin duda supone un antes y un después en el manejo, evolución y pronóstico de los pacientes con psoriasis y con artritis psoriásica. Hoy en día, y gracias a la terapia biológica, asistimos a numerosos casos donde no existe vestigio alguno de psoriasis o de artritis, lo que los médicos llamamos remisión de la enfermedad. Incluso, estamos empezando a asistir a casos de remisión prolongada sin fármacos, tras un tiempo con fármacos biológicos. Es posible que estemos empezando a dar los primeros pasos de la era postbiológica con la llegada de nuevas moléculas no biológicas, en forma de sustancias
orales (moléculas orales pequeñas).
La cara menos amable de los tratamientos biológicos es su precio. Con todo, cuando ponemos en la balanza los costes directos de adquisición frente a los indirectos, la terapia biológica supone un importante ahorro de costes indirectos (ahorro en ingresos, comedicaciones, horas de trabajo perdidas, prótesis articulares, etc). En nuestro país, salvo diferencias puntuales entre comunidades, no hay problemas relevantes en la financiación de estos fármacos
La investigación en psoriasis y artritis psoriásica es un campo fructífero. En estos momentos disponemos de moléculas de muy reciente incorporación que mejoran el balance entre citocinas pro y antiinflamatorias, algunas terapias biológicas que van más allá del clásico bloqueo al TNF o las nuevas terapias biológicas dirigidas contra la IL-17. Conforme vayamos entendiendo mejor la enfermedad psoriásica iremos asistiendo a un manejo más fino de estos procesos.