Volver a SENTIR tras un cáncer
Cirujanos del Hospital Sant Pau de Barcelona han presentado una nueva técnica que permite recuperar la sensibilidad en el pecho a las mujeres que han sufrido la amputación de la mama
Gracias a la capacidad regeneradora de los nervios humanos, las mujeres que han sido sometidas a una mastectomía tras un cáncer podrán volver a captar la temperatura, el dolor y otras sensaciones en la zona extirpada. Una nueva técnica de reconstrucción mamaria, que realizan cirujanos del Hospital de Sant Pau de Barcelona permite, reconectando varios de los nervios que dan sensibilidad al abdomen con las terminales nerviosas que han sido amputadas en el pecho, recuperar casi toda la sensibilidad en esta parte del cuerpo.
Seis meses después de someterse a esta técnica de reinnervación autóloga, que ya utilizan hospitales de EE.UU. y Reino Unido, hasta un 70 por ciento de las afectadas recuperan la sensibilidad que tenían en la zona antes de someterse a la mastectomía.
La novedosa técnica quirúrgica, presentada en el Barcelona Breast Meeting (BBM), certamen internacional que la pasada semana reunió en Barcelona a 40 de los más prestigiosos cirujanos especializados en los aspectos oncológicos, reconstructivos y estéticos que implica el cáncer de mama, se empezará a practicar en el Sant Pau en el próximo trimestre, aseguran a ABC fuentes del hospital. Paulatinamente, la incorporarán el resto de hospitales públicos de Cataluña, a medida que sus cirujanos adquieran experiencia sobre la nueva técnica.
Conexión abdominal
El doctor Jaume Masià, miembro del Servicio Mancomunado de Cirugía Plástica de los hospitales de Sant Pau y del Mar, explicó que la técnica consiste en conectar los vasos sanguíneos y los nervios sensitivos del tejido que se saca del abdomen de la mujer con los nervios intercostales anteriores (en el pecho) para restituir casi toda la sensibilidad de la zona operada.
Por el momento, los cirujanos no han po- dido incluir en esta recuperación la aureola y el pezón mamarios, pero el cirujano catalán no ha descartado poder conseguirlo más adelante.
Por su parte, la doctora Aldona Spiegel, de un centro médico de Houston (EE. UU.), especializada en reconstrucción mamaria desde hace 17 años, señaló que existe una gran variedad en la sensibilidad de la mama y que el trabajo del cirujano consiste en recuperar el máximo posible la misma, incluso las sensaciones erógenas.
Además de esta nueva técnica, en el encuentro de Barcelona se presentó una tecnología «muy sencilla y de bajo coste» para aquellos centros hospitalarios que no cuenten con los recursos necesarios para hacer biopsias del ganglio centinela en el cáncer de mama.
Biopsias «low cost»
Se trata de la denominada fluorescencia mediante el verde de indocianina, que consiste en un colorante que emite fluorescencia y es captado por la primera estación ganglionar donde drena el cáncer de mama. De esta manera, se puede localizar el ganglio centinela tal y como se hacía con las sondas de tecnecio pero sin disponer de las instalaciones de una gamma-cámara y de un servicio de medicina nuclear que no existen en países en vías de desarrollo, ha indicado Masià. Los especialistas debatieron también qué formación deberían tener los cirujanos del siglo XXI en cáncer de mama, ya que las técnicas de cirugía oncológicas y reparadoras han incrementado en número y complejidad en los últimos años.