CÓMO COCINARLO
La forma de cocinar influye en el aporte nutricional final. Los fritos y rehogados incorporan más grasa que los cocidos, horneados o a la plancha. Estos últimos son los recomendados para personas con sobrepeso. En caso de preferirlos fritos, se aconseja utilizar aceite de oliva, rico en ácidos grasos monoinsaturados. «Si queremos aumentar el aprovechamiento de todas las proteínas, hemos de cocinarlo, no dejar la yema cruda. Incluso hay que cocinarlo para la biodisponibilidad de alguna vitamina como la biotina», afirma la dietista-nutricionista Ana Márquez.