Madres pese a la enfermedad
Hace años, ser madre y padecer cáncer de mama estaba contraindicado. Hoy, gracias a los grandes avances en el tratamiento de la enfermedad, las mujeres no tienen porque renunciar a la maternidad cuando la enfermedad les acecha durante la gestación. «Abortar cuando se diagnostica un cáncer de mama durante el embarazo no mejora el pronóstico», explica a ABC la doctora Cristina Saura, investigadora principal del Grupo de Cáncer de Mama y Melanoma del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO). Lo demostró en su tesis doctoral, en la que evidenció que estas pacientes pueden realizar, sin riesgo para ellas ni para el neonato, un tratamiento adecuado para su cáncer de mama pese a su estado de gestación. Saura recuerda cómo se empezó a tratar a estas pacientes. Con miedo y cautela. «Estados Unidos fue el primer país, en los años 90, en administrar quimioterapia a embarazadas. Nosotros nos apuntamos a la experiencia más tarde, y en 2001 tratamos a la primera paciente». Son tratamientos seguros, remarca la especialista en cáncer de mama del VHIO, y explica por qué. «La placenta actúa como un filtro que protege al feto. No hay ensayos con humanos, pero sí experiencias con monos que demuestran que solo le llega cerca de un 10 por ciento de la quimioterapia», precisa la experta. Desde entonces hasta ahora muchas gestantes con cáncer de mama han sido tratadas con éxito en su unidad.