Cirugía para acabar con el ardor
Dr. David Costa Navarro, cirujano general
Cuando los mecanismos antirre
Dujo Esiológicos están alterados
padecemos ascenso del contenido gástrico (reDujo), tos crónica, epigastralgia e incluso dolor y/o diEcultad en la deglución. Esto suele aparecer por la presencia de hernia hiatal o por trastornos de la motilidad esofágica que pueden afectar al esfínter esofágico inferior (EEI) u otras zonas del esófago. En algunos pacientes existe una buena respuesta al tratamiento con medicamentos (como inhibidores de la bomba de protones, familia a la que pertenecen fármacos como omeprazol o el lansoprazol y
otros), pero en otros no. Hay otro grupo de personas que por su esperanza de vida preEeren operarse a tomar medicación de manera crónica.
La cirugía antirre,ujo es una técnica quirúrgica cuyo objetivo se basa en la reconstrucción de los mecanismos antirreDujo Esiológicos que están alterados. y reparar la hernia de hiato, si la hay. Según la Asociación Española de Cirujanos, las indicaciones generales para la intervención son rechazo de la medicación por parte del paciente que experimenta falta de respuesta completa o complicaciones respiratorias, fenómenos hemorrágicos de repetición, recidiva clínica precoz tras dejar el tratamiento conservador, estenosis esofágica y/o úlcera péptica de esófago, esófago de Barrett.
Técnica de elección para tra
tar el re)ujo
Actualmente, la técnica de elección
para tratar el reDujo es la Funduplicatura de Nissen por vía laparoscópica, que tiene una alta efectividad, el paciente se recupera rápidamente (puede ingerir al poco tiempo y el ingreso hospitalario suele ser inferior a 48 horas) y cuenta con un bajo porcentaje de complicaciones. Consiste en reparar la hernia hiatal (en caso de haberla) mediante un cierre del hiato esofágico
del diafragma (oriEcio a través del cual pasa el esófago hacia el abdomen) para evitar un ascenso de la funduplicatura al tórax y confeccionar una “válvula” alrededor de la porción abdominal del esófago con la parte más alta del estómago (denominada fundus), que en este caso es de 360º.
En algunos pacientes con ciertos trastornos de la motilidad se puede indicar una funduplicatura parcial de 180º (técnica de Door o de Toupet) o de 270º (Belsey). Sin embargo, pueden no resultar tan efectivas.
La tasa de reaparición de los síntomas
de reDujo es inferior al 10% a los 10
años en la mayoría de estudios y la satisfacción del paciente es buena o excelente en más del 85% de casos. Como todas las intervenciones, esta técnica no está exenta de complicaciones, si bien en el caso de la funduplicatura de Nissen laparoscópica son mínimas. Una de las más graves es la perforación esofágica o gástrica, sobre todo cuando no se detecta en el mismo acto quirúrgico (caso excepcional), y otra poco frecuente es la hemorragia esplénica.
Una de las principales causas de fracaso de la técnica es el ascenso de la funduplicatura al tórax, más probable en pacientes obesos, con sobrepeso o con defectos diafragmáticos (que en ocasiones requerirán colocación de prótesis). La necesidad de una nueva cirugía deberá valorarse cuidadosamente por
el cirujano experto (alrededor del 8%,
según las series publicadas).