CÓMO CONSUMIRLOS
La Organización de Consumidores (OCU) y expertos coinciden a la hora de recomendar que lo mejor es que se consuman crudos en vez de tostados y, por supuesto, fritos. Ya que durante el proceso de tueste, y debido al calor, pierden parte de sus
vitaminas.
No conviene tomarlos salados, sobre todo en casos de hipertensión, retención de líquidos y algunas afecciones cardiovasculares.
La piel, además de ser fuente de nutrientes, evita que se enrancien. Así que no conviene retirarla, salvo
que resulte indigesta.
Para conservarlos, lo mejor es un bote hermético y dejarlos en un lugar fresco y seco. La nevera puede ser una buen opción cuando se va a tardar tiempo en consumirlos.