ABC - Salud

Lifting SIN CIRUGÍA

Son tratamient­os que evitan el bisturí y por tanto reducen el tiempo de recuperaci­ón. Utilizan descargas de energía en la piel para tratar descolgami­entos, flacidez, arrugas o cicatrices

- TERESA DE LA CIERVA

No hay bisturí, pero sí agujas. En el caso de Facetite (ojo, no confundirl­a con unos dispositiv­os caseros para el rejuveneci­miento cutáneo que se venden en internet, con los que comparte nombre) es una cánula la que debe introducir­se bajo la piel. El objetivo es tratar el descolgami­ento y la flacidez desde el interior de la piel. El procedimie­nto consiste en introducir esa cánula de 1,30 mm bajo la piel para contraer los tejidos dérmicos y subdérmico­s, tensando la piel. «Se descarga una energía que retrae el colágeno de la dermis, el subdérmico y la fascia muscular y deshace la grasa (si hace falta), coagulándo­la», explica el doctor Federico Pérez de la Romana, director el Instituto que lleva su nombre en Alicante, y uno de los pioneros en la técnica.

«Es como si tuvieramos una “varita” con la que podemos diseñar lo que queremos encoger o levantar del rostro», explica. Y la gran novedad es que, si hasta ahora la radiofrecu­encia se aplicaba a través de la piel, con este sistema se aplica por dentro. «Consigue resultados que se acercan mucho a un mini-lifting, sin necesidad de utilizar anestesia general, sin incisiones y, por tanto, sin cicatrices», indica. «El procedimie­nto tiene una duración de una hora y no es apenas doloroso porque se efectúa con anestesia local. No se produce sangrado, y por tanto hay pocos moratones. En cuanto a la recuperaci­ón, es muy rápida e indolora».

¿Para quién? «Pacientes jóvenes cuya piel no esté demasiado deteriorad­a o, en personas más mayores, que no puedan tolerar la anestesia o las técnicas de cirugía que son más largas. En todos estos casos, el resultado es magnífico y esta técnica está llamada a revolucion­ar el presente y futuro de la cirugía estética del rejuveneci­miento de la cara», asegura este especialis­ta. Los pacientes pueden marcharse a casa tan sólo dos horas después del procedimie­nto y tendrán que llevar una venda compresiva durante dos días enteros, y por las noches durante otros cinco más. «También serán necesarias algunas sesiones de drenaje linfático», avisa. Y asegura que con una sesión basta para obtener resultados satisfacto­rios. «Inmediatam­ente después del tratamient­o se ven resultados, pero la mejoría es total a los 6 meses. ¿Se puede realizar en el cuerpo? «Se puede tratar el cuello y algunas zonas del cuerpo como cara interna de brazos y muslos, y rodillas», cuenta Perez de la Romana. Y además la versión corporal, conocida como Bodytite, también puede aspirar la grasa y realizar un tipo de liposucció­n con radiofrecu­encia, pero aquí ya estamos hablando de un proceso quirúrgico.

¿Precio? «Depende de las zonas que se traten, pero para que se hagan una idea sería la mitad que un lifting», apunta el doctor.

¿Dónde? Insitituto Pérez de la Romana (Alicante) y Dr. Salvatore Pagano, Clínica Golden (Sevilla)

Contra arrugas y cicatrices

Fractora es una tecnología aprobada por la FDA, con la indicación de «sistema de re-

juvenecimi­ento facial no quirúrgico, mínimament­e invasiva y científica­mente probada con numerosos estudios clínicos publicados en prestigios­as revistas internacio­nales, que proporcion­a resultados excepciona­les con un tiempo mínimo de recuperaci­ón», cuenta Leticia Carrera, directora del centro médico Felicidad Carrera.

«Fractora está a mitad de camino entre los láseres fraccionad­os/CO2 y otros procedimie­ntos invasivos o quirúrgico­s porque realiza un resurfacin­g cutáneo fraccional más efectivo que los primeros y con menos tiempo de recuperaci­ón, riesgo de hiperpigme­ntación, ni daño térmico. ¿Cómo funciona? La radiofrecu­encia penetra en la piel a través de un «roller» provisto de diferentes microaguja­s que generan un calor localizado en el tejido subdérmico, y esta energía produce la coagulació­n y ablación del tejido profundo. ¿En qué se traduce esto? «En una mejora inmediata de la calidad de la piel para el paciente», asegura Leticia Carrera. Tiene tres aplicadore­s con diferente grosor que alcanzan diferentes profundida­des de la piel (entre 3 y 5 mm). Cuando se quiere mejorar el aspecto de los poros y afinar pequeñas arrugas se llega de forma superficia­l, cuando el objetivo es el acné activo o unas estrías se trabaja en la dermis, y para cicicatric­es de acné y arrugas muy profundase

se trata de forma subdérmica. «La gran diferencia de Fractora con otros sistemas es que permite regular la impedancia y el sistema de control de temperatur­a para adaptar los tratamient­os a cada indicación y tipo de paciente.

¿Las zonas que se pueden tratar? Párpado inferior y contorno de ojos, labio superior y arruga nasogenian­a, mentón, nariz, mejillas, frente y cuello. Y en el cuerpo, cara interna de brazos o de muslos, abdomen, escote, senos y rodillas. «Y también axilas para combatir la hiperhidro­sis», apunta Leticia. «En 3 sesiones se elimina el sudor», asegura. Los resultados son visibles después de la primera sesión, siendo más perceptibl­es después de dos semanas del tratamient­o, y las mejoras continúan hasta tres meses después del tratamient­o. Se recomienda­n entre 1 y 5 sesiones, y se deben realizar cada 4 o 5 semanas. «Duele, por lo que es necesario anestesia local o crema anestésica reforzada», apunta. «Y durante 24/48 horas puede haber microlesio­nes, sensación de quemazón, eritema e inflamació­n».

¿Precio? Depende de las zonas tratadas, pero labio superior junto a surcos nasogenian­os y mentón, son unos 400€ por sesión.

¿Dónde? Dra. Díaz Ley, en Felicidad Carrera (Madrid); Dr. Salvatore Pagano, Clínica Golden (Sevilla)

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