«Vista cansada»
El Instituto Fernández Vega, en colaboración con otros grupos, han diseñado un filtro que bloquea la luz ultravioleta azul y emite luz roja para regenerar las células de la retina
Un simulador permite experimentar antes de la cirugía el resultado de la operación
El glaucoma o la degeneración macular, que va restando progresivamente la visión, tienen mucho más cosas en común con el párkinson o el alzhéimer de lo que parece. Todas son enfermedades degenerativas que progresan con el tiempo, afectan al sistema nervioso central y no tienen un tratamiento curativo, solo paliativo. Las cuatro patologías también están unidas por la muerte de neuronas, así que gran parte de la investigación de estos males se centra en cómo proteger o regenerar las células del sistema nervioso.
El Instituto Oftalmológico Fernández Vega, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias y la Universidad de Oxford, ha dado un paso importante en esta carrera científica por proteger el sistema nervioso. Han desarrollado un filtro solar que bloquea la luz nociva y, al mismo tiempo, la transforma en luz beneficiosa para la retina. El hallazgo se ha publicado en la revista científica «Optical Materials».
Con este filtro se pueden diseñar lentes neuroprotectoras que ayuden a pacientes con principio de glaucoma y degeneración macular a proteger las neuronas que aún no se han perdido y a crear nuevas. Son las gafas del futuro, que actuarán no solo como un escudo protector sino como un medicamento. «La investigación también abre la puerta a la utilización de filtros inteligentes para combatir otras enfermedades neurodegenerativas. Los ojos son solo una parte más del sistema nervioso central», recuerda Jesús Merayo, director del Instituto Fernández-Vega y uno de los autores del estudio.
Buena y mala
La luz ultravioleta puede ser al mismo tiempo positiva y negativa para los ojos, una suerte de Dr. Jekyll y Mr Hyde. La luz ultravioleta azul, es un factor de riesgo añadido en glaucoma, degeneración macular y otras patologías que pueden derivar en ceguera porque daña las células de la retina. Por el contrario, este grupo de investigación ha descubierta que la luz con longitudes de onda comprendidas entre el rojo y el infrarrojo cercano posee efectos beneficiosos, por su capacidad para estimular la supervivencia de las células de la retina.
La luz azul sin filtrar no es necesariamente dañina para el organismo humano. «La necesitamos para mantener nuestros ritmos circadianos. pero en la retina interactúa con ciertos pigmentos presentes en la retina que pueden dañarla por el daño oxidativo y celular que ocasiona», aclara Merayo. Por el contrario, la luz roja estimula los tejidos y cuenta con la capacidad para contrarrestar esos daños. Por eso, se planteó la hipótesis de que modular las cantidades de luz roja podría ser beneficioso para ciertos pacientes.
El nuevo filtro desarrollado bloquea la luz UV-azul y en vez de perderla -como haría un filtro convencional- la convierte al rojo-IR cercano, y lo hace sin alterar significativamente la calidad visual. Para el desarrollo del filtro oftálmico se hace uso de nanomateriales luminiscentes que absorben y posteriormente reemiten la luz.
Lentes intraoculares
No es la primera vez que se desarrolla un filtro para proteger los ojos. Otros se limitan a bloquear la luz dañina. La diferencia de este filtro «inteligente» o luminiscente es que transforma la dañina en una cantidad extra de luz roja que estimula la regeneración de las células de la retina. Los experimentos realizados muestran que el filtro bloquea la luz UV-azul, evitando en un 42 % la muerte celular . En tanto que la luz roja adicional que se genera tras la conversión consigue un incremento de la viabilidad celular del 12%.
La aplicación más inmediata de los filtros es su colocación en gafas. El siguiente paso será hacerlo en unas lentes de contacto y, por
EN PACIENTES CON GLAUCOMA Y DEGENERACIÓN MACULAR SE PUEDE EVITAR QUE MUERAN LAS CÉLULAS DE LA RETINA Y RETRASAR EL AVANCE DE LA ENFERMEDAD
último, en lentes intraoculares, como las que se ponen en la presbicia o «vista cansada» o en una cirugía de cataratas.
Una empresa española líder en la fabricación de lentes ya se ha interesado por este nuevo filtro. Aunque la tecnología podría ser útil más allá de la oftalmología y utilizarse en ropa inteligente o cremas de protección.
Asimismo, su adscripción a la Universidad de Oviedo, constituyendo el Instituto Universitario Fernández-Vega, permite profundizar en el conocimiento de los mecanismos moleculares, bioquímicos, celulares, genéticos, fisiopatológicos y epidemiológicos de las enfermedades y
problemas de salud y establecer estrategias para su prevención y tratamiento, a la vez que proporciona una oferta formativa de grado y postgrado, consolidando al Instituto Oftalmológico Fernández-Vega como un referente en el campo de la oftalmología internacional.
Este proyecto en cuestión se suma a los que está desarrollando actualmente la FIO con sus grupos de investigación especializados en superficie ocular, neurobiología de la retina y glaucoma