OBJETIVO prevenir el ictus
La fibrilación auricular, la arritmia más frecuente, multiplica el riesgo de sufrir un ictus incapacitante o mortal. Una prueba tan sencilla como el control del pulso ayuda a detectarla
Diga «Sintrom» y seguro que más de una persona que esté a su lado sabe de qué está hablando. Este anticoagulante oral que toman casi 700.000 personas en España es uno de los medicamentos que más españoles toman a partir de los 65 años cuando tienen alguna afección cardiaca, sobre todo la fibrilación auricular. Esta alteración del ritmo cardiaco eleva el riesgo de formación de coágulos lo que multiplica el riesgo de padecer un ictus. Así que los anticoagulantes son una de las mejores armas para prevenir el ictus.
A pesar de su eficacia, el «Sintrom» no es un medicamento perfecto. Cada dosis se debe ajustar a la medida de cada paciente y son necesarias analíticas de control cada cuatro o cinco semanas. Además, su efecto puede verse influido por la dieta del paciente al tomar alimentos con cantidades de vitamina K, como los vegetales de hoja verde oscura, algunas legumbres, como los garbanzos, o el chocolate pueden neutralizar o potenciar el efecto. Otros medicamentos también interfieren y un desajuste la dosis puede derivar en una hemorragia en caso de una dosis mayor o una reducción significativa de los efectos del fármaco, en caso de un menor consumo del necesitado, con el riesgo de formación de coágulo o embolia.
Nuevos anticoagulantes
Hoy al «Sintrom» le han salido otros competidores más seguros, aunque también más caros a corto plazo para el sistema sanitario. Nuevas familias de anticoagulantes ofrecen una mayor eficacia sin las desventajas de los antiguos anticoagulantes: efecto inmediato, sin necesidad de controles regulares y con menor interacción de la dieta.
La Sociedad Europea de Cardiología recomienda estos nuevos medicamentos anticoagulantes de acción directa (ACODs)como tratamiento de primera línea para las personas con fibrilación auricular con un riesgo medio o alto de ictus. El libro blanco sobre las necesidades no cubiertas en la detección de esta arritmia denuncia que en España se está limitando el uso de los últimos fármacos a un grupo reducido de pacientes, a pesar de que el 40 por ciento de las personas con fibrilación -más de 300.000 pacientes están mal controlados. Se limita, por ejemplo, a pacientes que ya han tenido un ictus previo o a los que no se controlan bien con tratamientos. Y el acceso es desigual incluso dentro del mismo país, denuncia este documento.
Oportunidades de prevención
El informe, financiado por la alianza Bristol-Myers Squibb y Pfizer, advierte de que se están perdiendo «enormes oportunidades para prevenir el ictus relacionado con la fibrilación auricular». La población está envejeciendo en toda Europa y, «a menos, que adoptemos medidas urgentes, el número de ictus aumentará con las consecuencias devastadoras para las personas y sus familias, así como para los servicios sanitarios», señala. La Stroke Alliance for Europa calcula, por ejemplo, que entre 2015 y 2035, el número de ictus nuevos aumentará en un 34 por ciento.
En el Reino Unido, los cambios en la práctica clínica entre 2006 y 2016 condujeron a un aumento del uso de estos tratamientos y aun descenso del número de ictus relacionados con la fibrilación auricular. Los autores de este estudio calculan que entre 2015 y 2016 se evitaron más de 4.000 ictus en el Reino Unido, tras compararlo con 2009.
Aunque el problema no está solo en la prescripción. El libro blanco advierte también de la dificultad para diagnosticar casos ocultos de fibrilación auricular y prevenir el ictus. Con frecuencia esta arritmia solo se detecta de que una persona haya sufrido un accidente cerebrovascular. Una forma sencilla de detectarla son los controles del ritmo del pulso. Los car- diólogos europeos recomiendan comprobar el ritmo del pulso como un método rápido, asequible y probado para detectar la fibrilación auricular cuando se realiza un electrocardiograma. Estos controles del pulso se pueden hacer durante un chequeo de salud rutinario, sin embargo rara vez se aconsejan.