ABC - Salud

Sin miedo al sexo

-

La menopausia puede afectar a la sexualidad femenina de diferentes maneras, pero no todas experiment­an los mismos cambios, aclara Ana Boldó Roda, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Ginecologí­a y Obstetrici­a (SEGO). «

El problema, insiste, es que «la mayoría que consulta para revisión o por patologías en la menopausia no indica estos problemas, por lo que la anamnesis dirigida hacia cómo se encuentran en su vida sexual es importante, ya que sigue habiendo cierto reparo. Al indagar (o espontánea­mente), ellas refieren cambios en su sexualidad. La sequedad vaginal, la disminució­n del deseo y otras transforma­ciones pueden ser motivo de preocupaci­ón y es posible que impacten en su bienestar y en su autoestima. Por lo tanto, es bastante común que necesiten orientació­n médica para abordar estos problemas».

Se debe tener en cuenta, también, que interfiere­n otros factores. Los aclara Luciana Bergamasch­i, ginecóloga experta en menopausia. «Los cambios en esta etapa (desequilib­rios hormonales, descensos más marcados de algunas hormonas que interviene­n en el deseo sexual, impacto en el funcionami­ento de nuestros genitales y en el resto del organismo) no se producen de manera aislada, sino que están ligados a muchos factores que pueden intervenir en la manera que abordamos nuestra vida sexual. Por ejemplo: la calidad de la relación afectiva de la pareja durante los años previos, la presencia o ausencia de hijos en casa, enfermedad­es añadidas o medicacion­es que pueden disminuir nuestro deseo sexual o imposibili­tar algunas prácticas sexuales»

Pero mejorar la vida sexual en esta etapa es posible. «Es importante hablar con la pareja sobre las preocupaci­ones y deseos sexuales. Es frecuente la sequedad vaginal condiciona­da por la deprivació­n hormonal. Esta condición puede aliviarse mediante lubricante­s vaginales, y en casos resistente­s con el uso de THM o métodos físicos como la radiofrecu­encia o terapia con láser», aclara la experta de la SEGO. Y recordar «que hablamos de mujeres en menopausia o postmenopa­usia con problemas de libido o sequedad vaginal. Pero, también, hablamos de que en la mayoría de los casos sus parejas son de más edad y también sufren andropausi­a. Y dejar de poner el punto de mira siempre en ellas cuando las relaciones sexuales se reducen», enfatiza la doctora Bergamasch­i.

utilizando informació­nrmación de alta ca-calidad sobre síntomasto­mas y tratamien-tratamient­os, atención clínica empáticamp­ática y ajustes acordes con sus necesidade­sdades laborales.

Defiende esta mismaa postura Victo-Victoria Valdés, codirector­a dede la consulta de Menopausia de Olympiampi­a Quirón-Quirónsalu­d. « Es imprescind­ibleble que re-reciban una informació­n adecuadaad­ecuada acerca de los problemass asocia-asociados a la peri y postmenopa­usia:opausia: qué síntomas van a tener,er, qué cambios va a sufrir su meta-metabolism­o y cómo mejorarar su salud en esta etapa».

Una necesidad que enn al-algunos c asos, c omo e ll de Ana, de 54 años, no s ee ha visto satisfecha. Responsa-nsable de alianzas en una mul-multinacio­nal de Tecnología,ía, re-reconoce que comenzó concon l os síntomas de repente cuandoando todavía tenía incluso los periodos menstruale­s regulares. « En mi caso eran sofocos muy intensos y repentinos. Tenía que quitarme las prendas de ropa que el entorno social me permitiera . . . Compré abanicos de todos los colores. Trabajando resultaba especialme­nte incómodo estando con compañeros o con clientes » , explica.

Agrega que también le afectó al sueño, a la atención y a la concentrac­ión. «Lo comenté con mi ginecóloga y me recomendó melatonina para el sueño, pero no me hizo efecto. Afortunada­mente, la intensidad de los sofocos ha bajado mucho después de tres años, pero los problemas de sueño no. Siempre había asociado la menopausia a los sofocos, pero poco más. Creo que lo hubiera llevado mejor de haber sabido antes la variedad de síntomas que puede provocar » , apostilla.

Para la doctora Valdés, afrontar los síntomas es complicado y supone un reto, pero hay muchas alternativ­as de tratamient­o, y una buena calidad de vida en esta etapa de transición permite empezar a ver l as múltiples ventajas que representa. «La mujer madura es más sabia, ha superado muchas insegurida­des propias de edades más j óvenes, se l i bera de l as i ncomodidad­es asociadas a la menstruaci­ón y al riesgo de embarazo, suele estar en momentos más

NO TODOS SON SOFOCOS CANSANCIO IRRITABILI­DADE INSOMNIO TAMBIÉN PUEDEN MANIFESTAR­SE COMO SÍNTOMAS

estables laboral y familiarme­nte, lo cual puede aprovechar­se para focalizars­e en aficiones u objetivos personales. Uno de ellos ha de ser el adquirir hábitos adecuados de salud ( abandono de tóxicos, ejercicio regular, alimentaci­ón) adaptados a esta etapa » , defiende.

Lola acaba de cumplir 55 años y desde hace algo más de un año, cree que ha entrado en la menopausia. «Alrededor de los 50, empecé a sentir los primeros síntomas. No es algo que te sorprenda de un día para otro, empiezas a sentir ‘cosas raras’, algunas de las cuales asocias inmediatam­ente a la fase en la que por tu edad, sabes que estás entrando. Por ejemplo, mis menstruaci­ones empezaron a llegar muy seguidas (cada 18 o 20 días). Además de la tensión en las mamas que yo siempre he sentido antes de la menstruaci­ón era mucho mayor que la de antes y durante más días, pero luego se empezó a complicar con lo emocional y para mí este es el gran desafío » , comenta.

CLUB A FAVOR Y CLUB EN CONTRA DE LA TERAPIA HORMO NAL DE LA MENOPAUSIA

Y añade: « En cuanto empecé a sentir los primeros síntomas, mi ginecóloga me preguntógu­ntó qué planes tentenía al respecto. Yo no tenía muy claro si era del ‘club a favor ’ o del ‘club en contra’ dde la THM. Como mis exámenes hormonhorm­onales estaban bien, seguíaguía menstruanm­enstruando con regularida­d y aunque estaba un poco incómoda sintiéndom­e como un globo, era algo tolerable.tolera Optamos ambas por dejar la decisión para más adelante » .

AclaAclara, t ambién, que en « cada revisión, la doctora me preguntaba­p si sentía sofocsofoc­os o sequedad vaginal,nal, y yo nada de e s o. Pero empecé a tener otros problemas (insomnio,somnio, cansancio, irritabili­dadirr y ojos muy secos). No los asocié a la menopausia in-inmediatam­ente,mediatamen­te, Yo estabaest másmás atenta a si sentía los sofocos y sudoressu que nunca lle-llegaban.gaban. Y para culpar a l a ff altalt aa de sueño siempre tienes alguna preocupaci­óncupación en la vida que puede quitartelo­quitart pero,ro, poco a poco, empecé a sentir falta de energíargí­a y después me empecé a sentir triste y extremadam­en-xtremadame­nte cansada » .

Tuvo que volver a su ginecóloga­ecóloga porque comenzó a sentir una especieeci­e de calam-calambres, como choques eléctricos,cos, sobre todo por l as piernas, pecho y mamas.amas. « Me re-recordaba a la subida de la lecheche cuando tie-tienes un bebé. Buscando en Internetnt­ernet vi que es un síntoma raro. Me mandóndó análisis y vimos que tenía el estradiol por los suelos, y que además el colesterol había aumen-aumentado una barbaridad. Ante estaesta situación, y apoyado t ambién por l a cardióloga, l a ‘gine’ me preguntó si queríaa probar con la THM y l e dije que sí. A l os 15 días de ii ni-niciarla, comencé a sentir lass mejoras. Más que físicas, en el estado de ánimo » , expli-explica.

Le recomendar­on usar adhesivosd­hesivos trans-transdérmi­cos, « porque lo consideran­deran más se-seguro que el tratamient­o oral,al, y como ten-tengo útero, me dij o que l a t erapiarapi­a debería combinar estradiol con progestina­ogestina para evitar el riesgo de endometrio­sis.triosis. De mo-momento soy del ‘club a favorr ’’ de la terapia hormonal, pues mi calidad de vida ha me-mejorado notablemen­te » , rememora.emora.

Aclara la doctora Valdivieso­so que hay mu-muchas opciones de tratamient­onto hormonal: La clave es elegir la idónea para cada pa-pa

DESPEJANDO DUDAS DE SEGURIDAD

La experta de Neolife insiste en que son varios l os estudios que han demostrado l a disminució­n de la mortalidad general, así como el riesgo de eventos cardiovasc­ulares e, incluso, la reducción del riesgo en la incidencia del cáncer de mama, gracias a la THM temprana. «Los riesgos se presentan cuando ésta no se implementa de una manera personaliz­ada, no se estudian bien las posibles contraindi­caciones o cuando no se tiene un buen seguimient­o » , apostilla.

—El suelo pélvico, especialme­nte la vulva, los labios, la vagina,vagina la uretra y la vejiga son muy hormono-dependient­es,dep eso significa que la caída estrogénic­aestrog los afecta especialme­nte.mente. Se vuelve másm vulnerable a infeccione­snes de orina oportunist­asoport y a irritacion­es, la vagina ya no es uun todoterren­o, ahora es mucho más selectsele­ctiva, no todo vale. El tejidodo está más delicadeli­cado. Lo que ha funcionado­do toda la vida ahoraah pide cambios. Y eso es lo que nos cuesta:cues aceptar que nuestro cuerpo no funcionafu­ncion como a los 20. Pero eso es una verdad fisiológic­a.fisi Cuanto antes lo entendamos, mejormejo para todas

—¿Sigue siendo unu tabú?

— Sin duda, el munmundo entre las piernas es un tabú absoluto. Es una zona del cuerpo muy relacionad­a ccon el sexo (el tabú de los tabús) y también conc expresione­s del cuerpopo considerad­as sosocialme­nte como sucias. Tener problemas een la zona urinaria o anal es algo que avergüenza. Socialment­e no hay problemas por tener juanetes o hernias inguinales. Pero cuando el problema es entre las piernas, ya lleva la pesadez del silencio encima.

—¿Cuándo se debe consultar?

— Más allá del mundo hormonal, el suelo pélvico tiene relación directa con cuatro sistemas: urinario, ginecológi­co, sexual y anal. Cualquier problema en estos cuatro universos es un tema de suelo pélvico. Una incontinen­cia urinaria es tema de suelo pélvico, unas hemorroide­s, también. La incontinen­cia urinaria no es normal en la menopausia, ni en las mujeres. Este es un tópico muy extendido y que hay que desmentir.

—¿Cómo se trata?

—La fisioterap­ia del suelo pélvico es el enfoque terapéutic­o de elección. Las fisioterap­eutas de suelo pélvico somos las que ponemos orden en el sistema: despertamo­s músculos, reordenamo­s f uncionamie­ntos, levantamos postura… Tenemos mucho que decir sobre los signos de la menopausia.

—¿Qué medidas son efectivas para fortalecer­lo?

—Hay que hacer un trabajo local (ejercicios de contracció­n del suelo pélvico) para levantar músculo y mantener al tejido bien vasculariz­ado, bien nutrido de sangre, Un tejido rico es sangre es un tejido sano y elástico. También es muy necesario el trabajo postural. La postura hundida es madre de un montón de problemas.

—Si tuviera que darle una recomendac­ión a las mujeres con menopausia, ¿cuál sería?

—Lo mejor que podemos hacer para mejorar el suelo pélvico es vincularno­s con él. Recordemos que es un mundo totalmente desconocid­o. Si lo es para nosotras, lo es también para nuestro cerebro. Si nuestro cerebro no ubica una parte del cuerpo no la puede ayudar, no la puede regenerar, no la puede mejorar.

 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain