AMÉRICA Y SUS INVESTIGADORES
Para el historiador canario Francisco Morales Padrón el Archivo General de Indias era «patria común de americanistas»
EL Hotel Alfonso XIII fue posada y fonda para muchos investigadores extranjeros que pasaban largas estancias entre legajos custodiados con recelo en la Casa Lonja de Mercaderes, donde se ubica el Archivo General de Indias, del que fue secretario, vicedirector y director desde 1952 el archivero vallisoletano José María de la Peña y Cámara (1897-1994), quien escribió la obra titulada «El Archivo General de Indias de Sevilla. Guía del visitante, Junta Técnica de Archivos, Bibliotecas y Museos, Valencia, 1958», en la que muestra al visitante el antiguo edificio de la Casa de la Contratación, como también era conocido. Anteriormente fue Archivero General de Simancas (1922-1925) y amigo y albacea literario de la historiadora norteamericana Alice Bache Gould (1868-1953) desde 1927.
Miss Alice, como la solían llamar, se afincó en España tras la I Guerra Mundial para investigar, y más tarde dar a conocer datos inéditos hasta entonces de los tripulantes del primer viaje de Colón y del Descubrimiento de América. Le importaba mucho la exactitud y la perfección en sus investigaciones y trabajos, y no el tiempo que le llevase, siempre con un fino espíritu analítico, paciencia y tesón. Ramón Carandé la consideró como rara —preciada— por hacer siempre lo que quiso y siempre hacerlo bien, y fue la única mujer que incluyó en su obra Galería de raros. A ella se le debe no sólo su magnífica labor investigadora, sino también el adecentamiento del edificio del Archivo de Indias y la encuadernación de documentos de valor incalculable para el americanismo.
José Antonio Calderón Quijano (1916-1996), natural de Puebla de los Ángeles (México), catedrático de Historia de América y de la Colonización española, dirigió la Escuela de Estudios Hispanoamericanos desde 1957 hasta 1979, veintidós años, período que le permitió viajar por Latinoamérica y forjar estrechas relaciones con diversas instituciones americanistas. Sus estancias y, sobre todo, su humanidad y señorío, del que siempre hizo gala, y así le recuerdan compañeros, discípulos y amigos, permitió que dichos lazos se estrechasen aún más y fructificasen en beneficio de la Escuela y de los estudios de la Historia de América en Sevilla. Él conoció y trató a Miss Alice, al igual que a François Chevalier (19142012), bibliotecario de la Escuela, fundador del americanismo en Francia, afín a L’École des Annales, cuya tesis doctoral dirigió el medievalista y buen francés Marc Bloch; a Pierre Chaunu (19232009), historiador de prestigio, especialista en la América española, escritor prolijo y gran lector; a Guillermo Lohmann Villena (1915-2005), destacado peruanista especializado en la época virreinal y diplomático; al hispanista estadounidense Lewis Hanke (1905-1993), profesor de la Universidad de Harvard, quien aunaba rigor y disciplina como investigador, tenaz, especialista en la época colonial española y de la figura y obra del padre Fray Bartolomé de las Casas...
Para el historiador canario Francisco Morales Padrón (1923-2010) el Archivo General de Indias era «patria común de americanistas». Su obra, de valor capital en la bibliografía de los Siglos de Oro y XX, es de obligada consulta para conocer el pasado sevillano e hispanoamericano. En palabras de Marcos Pacheco Morales-Padrón, nieto del eminente americanista, para el Profesor Morales Padrón, Sevilla se convirtió en «la mejor mitad de sí mismo», prueba del amor que tenía por la ciudad que adoptó y lo adoptó. Ese mismo sentimiento lo compartieron otros muchos historiadores atraídos también por las gentes y la belleza de la ciudad de
Híspalis.