Pocas palabras e inquietantes
Además de perseguir a Donald Trump para arrancarle una foto y de acatar sus razonables exigencias como líder del mundo libre, el presidente Sánchez ofreció una rueda de prensa después de semanas de silencio. Lo hizo como los futbolistas, en el extranjero (OTAN) y con restricciones, pues solo atendió cinco preguntas.
Esto recordaría a Rajoy si no fuera porque el plasma despertó gran escándalo periodístico que ahora, salvo honrosas excepciones, no se ha visto.
Una de las preguntas que el «urnófobo» presidente Sánchez contestó fue sobre su reunión con Torra; en concreto, sobre unas palabras del presidente autonómico en las que afirmaba que «el encaje de la autodeterminación se abordaría en una próxima reunión» y otras en las que auguraba inmediatos cambios para los presos.
Sobre lo último, se acogió a la division de poderes. El «respeto a los jueces» –salvo que sean de Pamplona– también le sirvió para escapar de la cuestión sobre la extradición de Puigdemont. En relación con lo que él denominó «ámbito político», cabe destacar que no desmintió a Quim Torra y que definió la reunión como «punto de arranque» para resolver una «crisis política que necesita de una solución política». El inicio de un «diálogo» para explorar «hasta dónde pueden llegar». Entre la autodeterminación y el autogobierno, habló de «reconocer a Cataluña dentro de una España democrática» y añadió: «Dentro de la Constitución podremos encontrar muchos caminos que resuelvan esta cuestión».
La espectacular vacuidad de Sánchez tiene la cualidad de ocultar lo grave: 1) no desmiente a Torra ni le exige retractación, 2) habla de «reconocer», poco afortunado verbo en relación con Cataluña, 3) anuncia unos contactos estables e indagatorios y 4) desvela el propósito de «encontrar los muchos caminos dentro de la Constitución», un sentido de creatividad y exploración inquietantes, pues los caminos constitucionales son conocidos y algunos han sido hasta violados.
Siguiendo con la división de poderes, Sánchez debería explicar qué facultades tiene el Ejecutivo y un partido con sus exiguos números parlamentarios para ser creativo a este respecto.
A esto quizá responda Sánchez dentro de otros cuarenta días. [ESPAÑA]