Pedrosa se retira sin corona en MotoGP
El portazo de Honda y las pocas ofertas provocan el adiós del piloto, que se va con una espina clavada
Sus números le encumbran como uno de los mejores del Mundial de motociclismo. Dani Pedrosa es el segundo piloto de la historia con más podios en la categoría reina (112, igual que Lorenzo, y por detrás de Rossi, con 195) y suma 31 triunfos en la máxima división (54 en total). Es más, tiene el registro de lograr al menos un triunfo desde 2002 de forma ininterrumpida, 17 años. Un récord que trasciende a Rossi. Pero el piloto catalán se retirará sin haber ganado ningún Mundial en MotoGP. Ayer anunció una decisión que estaba cantada y que se precipitó tras la decisión de Honda de no renovarle el contrato que expiraba esta temporada.
Por mucho que le guste la velocidad, Pedrosa solo estaba dispuesto a seguir en el circuito si era un serio candidato al título, y el portazo que sufrió de Honda le alejaba considerablemente del objetivo por muy prometedora o parecida que fuera la Yamaha que le proponían a la de Maverick Viñales o a la de Rossi. Pedrosa no quería montar una satélite. Su ansia de victoria era superior al lastre de sus numerosas y graves lesiones, que nunca le han hecho abandonar su sueño de coronarse campeón de la máxima cilindrada. Finalmente ha optado por una retirada que ha sentido como obligada. Con Marc Márquez como estrella, Honda decidió apostar por Lorenzo para suplirle y Yamaha renovó a sus dos pilotos oficiales (Rossi y Viñales). Ducati, con una plaza libre, no mostró interés en el catalán, tampoco Suzuki o KTM. El adiós era previsible.
Sachsenring siempre quedará en la memoria de los aficionados como el lugar en el que Pedrosa hizo pública su decisión más complicada y meditada. «Lo primero que quiero es anunciar que el año que viene ya no competiré en el campeonato. Es una decisión que he estado pensando desde hace unos años», aseguró arropado por su familia. «Esta decisión ha sido muy dura de tomar. A pesar de que he tenido opciones muy buenas para continuar, tengo que decir que no disfruto al máximo de la competición y que ahora mismo tengo otras prioridades. Ya no vivo las carreras con la intensidad con que lo hacía antes», añadió.
Números magníficos
Seguramente, mientras pronunciaba estas palabras le vino a la mente aquel fin de semana en Misano en el que pudo coronarse campeón del mundo, pero que la suerte impidió. Una suerte que nunca estuvo de su lado desde que decidió dar el salto a la categoría reina. Solo así se explica que sea el piloto sin Mundial con más victorias de la historia. De momento suma 31 carreras ganadas en los 13 años que lleva en MotoGP, superando a mitos como Wayne Rainey, Kenny Roberts o Freddie Spencer. Sus mejores registros han sido tres subcampeonatos (2007, 2010 y 2012) y tres terceros puestos (2008, 2009 y 2013). Campeón en 125cc (2003) y 250cc (2004 y 2005), su ascenso estuvo rodeado de una expectativa que nunca alcanzó. La sombra de Álex Crivillé, único piloto que había ganado en la máxima categoría hasta el momento, fue demasiado alargada. A la mala suerte y a las numerosas lesiones que le acompañaron desde 2006 se le ha sumado el éxito de pilotos como Jorge Lorenzo, ganador de tres Mundiales, y sobre todo de Marc Márquez, vencedor en cuatro, que le han privado incluso de la atención mediática en su propio país.
«Me llevo el amor de todos los aficionados y la gente que me ha apoyado y me ha seguido. Estoy muy contento de lo conseguido, que es más de lo que hubiera soñado de pequeño», explicó. Este fin de semana, en Alemania, empieza su particular cuenta atrás. Ya sin presión.
La decisión «Ya no disfruto al máximo de la competición ni vivo las carreras con la misma intensidad que antes»