Carboni: «Ningún equipo que tenga a un Joaquín lo quiere soltar»
El italiano, director deportivo del Valencia en 2006, fue uno de los actores en la operación que llevó al portuense de Heliópolis a Mestalla
Valencia es una de las plazas más comprometidas del fútbol español. Allí se presentará el Betis mañana para el partido de la cuarta jornada liguera. El encuentro tiene un ingrediente especial para Joaquín, que militó cinco temporadas en el cuadro valencianista. Doce años han pasado ya desde las famosas negociaciones que, con viaje incluido a Albacete, desembocaron en el traspaso del portuense al Valencia a cambio de 25 millones de euros. 10.000 personas se presentaron en las gradas de Mestalla para recibir a un futbolista que terminaría ganándose el aprecio de la mayoría de los aficionados. El entonces director deportivo del Valencia, Amedeo Carboni, recuerda para ABC de Sevilla lo ocurrido en aquellos últimos días de agosto de 2006 y el significado de Joaquín dentro y fuera de España. –¿Joaquín dejó un buen recuerdo en Valencia, no? –La verdad es que sí, por su carácter se trata de una persona que ha caído muy bien. Y también hizo grandes partidos. Se vio en muchas ocasiones al Joaquín que todos conocemos. Por eso lo fichamos. –Hace un par de años marcó y fue aplaudido en Mestalla. –Hay muchos estadios en los que puede pasar una cosa así. Nosotros tuvimos la suerte de tenerlo cinco años, pero también en Florencia tienen muy buen recuerdo. Por su carácter, calidad y forma de jugar es un futbolista que cae bien a todas las aficiones. Es un mérito. –¿Cómo recuerda las negociaciones mantenidas para fichar a Joaquín? –Fueron unas semanas tremendas. El presidente era Lopera…… Ya sabemos lo que era negociar con él (sonríe). Digamos que la operación era importante. Ellos estaban interesados en un jugador uruguayo (Regueiro) y nosotros llegamos a un acuerdo para incluir al futbolista más una suma de dinero. Pero luego se complicó. Al final, después de varios episodios que recuerdo bien, como el viaje de Joaquín a Albacete, se consiguió cerrar el fichaje. –¿Lo de Albacete no es algo muy común en el mundo del fútbol, verdad? –La verdad es que se ven muchas cosas extrañas en el fútbol. Pero reconozco que aquellos 15 días fueron bastante duros e intensos. De muchas vueltas. –Joaquín llega a Valencia con una trayectoria consolidada a nivel nacional y con el reconocimiento también de equipos europeos que se habían interesado por él. Pudo haber firmado antes por el Valencia? –Ningún equipo que tenga a un Joaquín lo quiere soltar. Y más el Betis, que siempre ha sido su equipo. Tampoco era sencillo en aquellos momentos. Incluso, en aquella época él tenía una alternativa en Francia, creo recordar que el Olympique de Lyon. Mientras, nosotros estábamos pendientes de Joaquín y otros futbolistas. Al final el presidente se decidió por un jugador y fue él. ¿Ficharlo antes? No lo pudimos hacer porque antes yo estaba jugando todavía y me encargaba de marcarlo en los partidos…. (risas) –¿Qué anécdota recuerda del tiempo que coincidió con Joaquín? –Cuando llegó a Valencia estuvo todo el día en mi casa. Llegó en un vuelo privado y me lo llevé a mi domicilio. Tengo una familia muy numerosa y siempre recordamos aquel día. Estuvimos desde la comida hasta la cena en casa porque teníamos a toda la prensa detrás. Después de tanta movida que se había generado con las negociaciones algunos pensaban que no iba a llegar. Mis hijos lo recuerdan como uno de los días más buenos que han pasado.
La retirada del portuense «Yo dejé de jugar con 41 años y quiere aprovecharse de mí... Si puede aguantar más lo disfrutaremos. Hay que agradecerle todo lo que ha hecho en el campo»
Pero lo que de verdad no podemos olvidar de Joaquín es la gran aportación técnica que hizo al equipo. Aunque el club luego no atravesó por buenos momentos. Es verdad que hubo muchos cambios de presidentes, directivos, jugadores, muchos entrenadores diferentes… Pero Joaquín siempre estuvo a la altura. –Por entonces ya se le preguntaba por los chistes que contaba. El caso es que, con el paso del tiempo, se ha demostrado que Joaquín ha ido más allá del asunto del humor, no? –El hecho de ser sólo un personaje simpático no te dura mucho en el fútbol. Uno se mantiene y aporta porque se trata de un gran jugador. Y hasta que el físico le acompañe creo que seguirá dando un buen rendimiento. Porque la calidad nunca se pierde. Se puede perder la fuerza, pero no la calidad. –Lo que nadie parece tener claro es la fecha de su retirada... –Yo dejé de jugar con 41 años en el Valencia y quiere aprovecharse de mí… Si él disfruta nos hace disfrutar al resto. Es un bien para el fútbol español. Hay que agradecerle, no sólo su simpatía fuera del terreno de juego, sino todo lo que ha hecho en el campo. Si puede aguantar más lo disfrutaremos –Desde su regreso al Betis en 2015, el rendimiento de Joaquín ha ido en ascenso. –Es un dato en el que coincidimos todos. Cuando creces te esfuerzas menos a nivel físico pero lo haces más con la cabeza. Y en la gente con más calidad se da que todo lo que hacen es más importante de lo que hacían antes en 90 minutos. Se concentra mucho fútbol en cinco o seis pases, en cuatro faltas, en definitiva, cuando tiene el balón. No se piensa ya en tener que hacer muchas carreras de 60 metros. –Su posición en el campo ha cambiado algo. –A veces, cuando todo el mundo lo espera por la banda aparece por el centro y crea ciertas dudas en el rival. Y un jugador de calidad te puede ‘matar’. –Tal y como ocurrió en el derbi de hace dos semanas. ¿Tuvo la oportunidad de ver el partido? –Sí, sí. Hasta marcó de cabeza, increíble (risas).