El juez escucha a los alumnos vejados en represalia por el 1-O
∑ Hijos de los guardias civiles relataron ayer a los psicólogos lo vivido en clase tras las cargas
La justicia continúa investigando si profesores de un instituto de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) humillaron y menospreciaron a varios alumnos hijos de guardias civiles después de las cargas policiales del 1 de octubre. Ayer comenzó a escucharse en sede judicial la voz de las supuestas víctimas. Según ha podido saber ABC, dos psicólogos del equipo de asesoramiento técnico penal tomaron declaración en la Ciudad de la Justicia de la capital catalana a al menos tres de los menores supuestamente vejados, por orden del Juzgado de Instrucción número 7 de Martorell (Barcelona), uno de los dos que investigan las citadas humillaciones. Es lo que en el argot judicial se conoce como «exploración», es decir, un interrogatorio a menores con una metodología adaptada a su edad y en el que no pueden estar presentes los padres. Los psicólogos preguntaron a los jóvenes cómo se encontraban y, sobre todo, detalles de qué había sucedió en sus respectivas aulas el 2 de octubre, el día después del referéndum ilegal. Según las mismas fuentes, está previsto que, en alguno de los casos, los menores puedan volver a ser citados para completar su relato. En las próximas semanas continuarán las exploraciones.
El juez ordenó estas diligencias después de archivar la causa contra cinco de los nueve profesores del instituto El Palau a los que la Fiscalía había denunciado. En mayo, el juez dio carpetazo a la acusación de esos cinco maestros pese a concluir que habían actuado «de manera irresponsable e impropia de un profesor de instituto». Aunque el juez reprochaba la actitud de estos docentes, consideraba que «se limitaron a expresar su opinión» sobre las cargas, y que no se habían dirigido a ningún alumno en concreto hijo de la guardia civil. Hablaban de la actuación policial «de manera genérica», según concluyó el juez.
Las familias no se mostraron conformes con esta decisión judicial y, al menos en el caso de los padres de dos menores, sus abogados presentaron un recurso de apelación –que todavía no ha sido respondido– para que el juez recapacite. Creen que el sobreseimiento del caso contra dos de los maestros «resulta prematuro», pues antes deberían practicarse una serie de «diligencias mínimas y necesarias», como la declaración de estos menores y la de los profesores denunciados, y así determinar si hubo delito en unos hechos que la acusación considera de «especial gravedad». Según su versión, dijeron en clase ante los alumnos, entre otras cosas, que los agentes son «bestias que solo saben dar palos». Creen no es una cuestión de libertad de expresión sino «expresiones de menosprecio» que van más allá de una crítica razonable a la labor policial.
Un recurso sobre la mesa La acusación pide al juez rectificar el «prematuro» archivo de la causa contra al menos dos profesores