Más materia gris fría que sangre roja hirviendo
TRAS el parón liguero, hora de que el balón ruede de nuevo. Mejor la pelota en los pies de los profesionales que la palabra en boca de Joaquín Caparrós. El utrerano no se veía de entrenador y acabó en el banquillo; descartó ser director deportivo y ha emulado a Monchi; se autoimpuso, y lo hizo con éxito, levantar la moral de jugadores y aficionados con sus arengas y ha terminado convirtiéndose en el portavoz del quinto club con el mayor límite salarial de LaLiga. No ha cambiado mucho su verbo de cuando llegó al Sevilla de la mano de Roberto Alés, pero la entidad sí lo ha hecho. Ya no es aquella que vivía como si fueran títulos las ligas particulares, las copas regionales, las esporádicas victorias sobre Barcelona o Real Madrid. Ahora es pentacampeona de Europa, los trofeos se agolpan en sus vitrinas y los objetivos en todas las competiciones que disputa son bien distintos. No está mal que la sangre roja hierva de vez en cuando, pero es más importante que la materia gris esté fría siempre, tanto a la hora de comunicar como en el desempeño del nuevo puesto.
La vuelta a la actividad de aquí a finales de octubre va a definir muchas cosas en todas las parcelas. Pablo Machín deberá hacer juegos malabares para seguir dotando de consistencia en defensa al equipo (cinco goles en 10 partidos). Las bajas de larga duración de Mercado, Escudero y Gonalons, las que puedan propiciar la dureza de la competición (900 minutos de juego por delante) y la cortedad en calidad y cantidad de las alternativas en el plantel, son una amenaza cierta. Y del balance que se haga de lo acontecido dependerán en buena parte los objetivos de la dirección deportiva para el mercado de invierno, al que será inevitable acudir. Es de esperar que de forma y eficacia distinta al verano.
El primer paso del segundo maratón competitivo se dará mañana contra el Getafe. Están por ver las opciones por las que se ha decantado Machín para resolver los problemas surgidos en la Liga. Primeras bazas para suplir en defensa, fortalecimiento de una medular que con Banega y Roque parece frágil, mejor acompañamiento de André Silva, plan B de juego. Menos del VAR, casi todo.
De cómo se salve la situación en el próximo maratón competitivo van a depender los objetivos en el mercado de invierno, al que será inevitable acudir