Policía de barrio, la asignatura pendiente de Juan Espadas
Las protestas vecinales en Pino Montano, que demandan más seguridad, rescatan esta promesa incumplida
Las protestas de los vecinos de Pino Montano, que están saliendo a la calle reclamando más seguridad en las calles, han vuelto a traer a la actualidad una vieja demanda de las barriadas sevillanas y un compromiso del alcalde Juan Espadas, quien anunció que implantaría de nuevo la policía de barrio en la capital hispalense. La falta de efectivos para llevar a cabo un plan que conlleva un importante despliegue de recursos en la calle es un muro que a día de hoy resulta infranqueable.
El Gobierno local ha conseguido poner al día el diseño de la plantilla de la Policía Local, aprobando una nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT) en 2017 que dejaba atrás un organigrama que no se había movido en los últimos veinte años. La herramienta para organizar los efectivos disponibles está, pero los números no salen como ya barruntaban los sindicatos y así se lo hicieron ver al Consistorio en la mesa de negociación que se cerró sin acuerdo y donde el Gobierno ejerció su potestad para sacar adelante este proyecto sin necesidad de contar con el respaldo social.
El nuevo organigrama contempla un número total de efectivos de 1.259 policías, incluyendo oficiales y altos mandos. En la actualidad, el número de agentes apenas supera la cifra de 1.100, un dato que va menguando poco a poco debido a las jubilaciones. A principios de 2018, la cifra de bajas definitivas estaba en 39 funcionarios que se habían retirado en los últimos tres años. Y la reducción es lenta pero constante. Esas salidas, además, no están siendo cubiertas porque desde 2012 no se convoca una oferta de empleo pública. Es cierto que el Ayuntamiento tiene en cartera la convocatoria de 50 vacantes. Ese proceso sólo está pendiente de fecha de examen. Pero «esos futuros compañeros ingresarán y estarán plenamente operativos dentro de un año, en caso de que se convocaran ya las pruebas», señalan desde CCOO.
Esas 50 plazas no cubrirían en ningún caso las vacantes que abrió la nueva RPT y las que se han ido sumando con las jubilaciones. Además hay dos circunstancias más que pueden abrir un hueco importante en la plantilla municipal, dificultando aún más la puesta en marcha de promesas electorales como la policía de barrio.
Por un lado, las corporaciones locales están pendientes de la entrada en vigor del Real Decreto que regula la jubilación anticipada para los miembros de este colectivo profesional. Si hace un año había 108 agentes que podrían acogerse a esta medida. El pasado mes de julio esa cifra se actualizó a 127 funcionarios.
Por otro lado, hay 37 agentes que en estos momentos tienen su plaza pendiente de la Justicia. Se trata de los funcionarios policiales que están sentados en el banquillo de los acusados por el presunto amaño en las oposiciones del año 2012. La Fiscalía pide su expulsión del cuerpo; lo que abriría un agujero mayor en la plantilla.
El alcalde anunciaba en junio del año pasado que la prometida policía de barrio se pondría en marcha en el distrito policial Torreblanca, Sevilla Este, Alcosa y Cerro-Amate. Agarrándose al diseño, en el papel, de la RPT aseguraba que habría 140 agentes más para las labores de calle. En total, hablaba de 560 agentes que conformarían esa policía de barrio tan demandada por los vecinos, porque eso supone una mayor presencia en las calles y un consiguiente aumento de la sensación de seguridad.
Retraer agentes
Pronto los vecinos de Torreblanca denunciaron que la presencia policial en la calle dejó de ser visible y en enero confirmaban que no había ni rastro del prometido servicio. Fuentes de la Jefatura consultadas por este periódico confirmaron que a las vacantes que no están cubiertas, el nuevo organigrama ha obligado a sacar agentes de los distritos para conformar la nueva unidad de Santa Justa-aeropuerto, que tiene encomendada la vigilancia de estos dos puntos claves turísticos y además, asumen el conflicto del taxi.
También han sacado más agentes de la calles la apertura de una nueva jefatura en Bellavista y el refuerzo de la unidad de vigilancia de edificios (una cuestión clave teniendo en cuenta la situación de alerta que se mantiene en España).
La realidad de los distritos es que apenas cuentan con veinte agentes operativos para trabajar en la calle, según datos ofrecidos por CCOO. Si se tienen en cuenta los descansos y turnos de trabajo, barrios como Nervión no disponen de más de dos o tres parejas operativas al mismo tiempo.
Difícil encaje Nuevas unidades como la de Santa JustaAeropuerto ha sacado agentes de las calles