De la pequeña tienda de ultramarinos a los 90.000 m2de superficie de ventas
Un año después de nacer Manuel Barea Velasco (Sevilla, 1940), su padre abrió una tienda de ultramarinos en un local de 18 metros cuadrados de la calle Imagen. Con 16 años ya trabajaba en el negocio familiar. «No lo dudé. Sabía que mi destino estaba allí», cuenta este empresario, que tiene la medalla de Sevilla y de Andalucía. Esa pequeñísima tienda fue el germen del Grupo Barea, cuyo primer «cash and carry» lo abrió en 1984. Hoy factura 200 millones de euros, figurando entre las veinte primeras empresas sevillanas. Con tres líneas de negocio —cash, pescado congelado y bacalao, y distribución—, ahora Manuel es el presidente de honor de un grupo que tiene 229 trabajadores, 60.000 clientes y cuenta con 90.000 cuadrados de superficie de venta.