Corbyn explora con Barnier las opciones para un segundo referéndum
Después de que el congreso del Partido Laborista aprobase el principio de un segundo referéndum, el líder de la oposición británica Jeremy Corbyn se reunió ayer en Bruselas con el negociador europeo, el francés, Michel Barnier, y el brazo derecho del presidente de la Comisión, el secretario general Martin Selmayr. El británico dijo que no había venido «a negociar» que es algo que le corresponde al gabinete conservador de Theresa May y Barnier publicó un escueto mensaje en las redes sociales tratando de decir que no hay nada nuevo y que él sigue «escuchando todos los puntos de vista sobre el Brexit y explicando las posiciones de la UE, para una retirada ordenada del Reino Unido y la construcción de una ambiciosa futura asociación».
Esta curiosa reunión, que ha tenido lugar mientras todos los responsables comunitarios se encuentran en la Asamblea General de la ONU, obedece, sin duda, al hecho de que el calendario del Brexit se está cerrando irremediablemente y con ello pueden desaparecer todas las oportunidades de revertir el proceso de divorcio. Llama la atención la sucesión de los últimos acontecimientos: la primera ministra May parte de la cumbre de Salzburgo dándose por «humillada» para decir desde Londres que las negociaciones están atascadas completamente, mientras el congreso laborista abre la puerta a un segundo referéndum. Si esta última opción es factible, el plazo para llevarla a cabo terminaría en el momento en el que sea legalmente imposible que el Reino Unido se sume a las elecciones europeas del año que viene.
Según los expertos, una vez que se hayan celebrado estas elecciones sin participación de los electores británicos, sería posible que el país vuelva a ser miembro, pero entonces debería partir de cero, sin conservar ninguno de sus privilegios. Corbyn no ha ocultado que cualquier cosa que él pueda hacer en contra o a favor del Brexit pasa por convertirse en primer ministro y derrotar a los conservadores en unas elecciones anticipadas, que por ahora no están sobre la mesa. «Obviamente -dijo Corbyn al salir de la reuniónno estamos negociando. No estamos en el gobierno, somos la oposición», pero Barnier estaba «interesado en conocer nuestras opiniones y las seis etapas que hemos establecido para llegar al gobierno en el futuro». Lo que no ha aclarado nadie si la Comisión va a intentar ayudarles a que lo consigan.