ABC Y SUS LECTORES
Hermandades y equipos de Sevilla
CONSOLACIÓN FERNÁNDEZ GUIXOT nos escribe en referencia a la encuesta que publicó ayer ABC en la que «podemos ver que los dos equipos de fútbol de la ciudad, junto a las hermandades, son las asociaciones más prestigiadas de todas». «Es digno de observar —continúa— el concepto que de los políticos, en general, tiene la ciudadanía, pues los partidos políticos y los que lo forman tienen un prestigio por los suelos. Claro está que un partido político que se gasta un “pastón” en prostíbulos no es para fiarse mucho de él. También se puede observar el concepto trato, vestimenta, modales, etc. En las hermandades los hermanos suelen ir bien vestidos y se saben comportar con educación, no como esos que pertenecen a un cierto partido político que se les conoce por la suciedad de sus miembros, mala lengua, e insultos constantes. Pero claro, sus dirigentes bien que se buscan mansiones y buenas urbanizaciones para sus parejas e hijos. Conservemos en Sevilla el señorío en nuestros grandes equipos y que se conserve la aptitud y buenos modos que se ejercen en las hermandades de nuestra ciudad, aunque les duela a algunos».
Confesiones
La valiente confesión de Pedro García Cuartango, que en una columna titulada «¿Dónde está Dios?» reflexionaba públicamente sobre su falta de fe ha provocado la respuesta de numerosos lectores. «No se preocupe. Dios volverá a llamar a su puerta. Casi todos hemos pasado por esas etapas en donde la fe desaparece, pero si conoció a Dios en su infancia, Él volverá a tocar su puerta. No se puede perder un alma como la suya. Su artículo es una llamada. Estoy segura de que eso le ocurrirá», escribe por lo breve y de forma casi telegráfica MARÍA MERCEDES SILVESTRE. «Interesantes, originales, con trasfondo, las habituales reflexiones de Pedro G. Cuartango en ABC, que cuestiona la existencia de Dios, por causa de una búsqueda personal infructuosa y unos interrogantes esenciales, sin respuesta», señala CARLOS GALGUERA. «Aficionado a los temas científicos —prosigue este lector—, expongo a Pedro G. Cuartango esta fácil analogía, por si le sirve. La materia oscura y la energía oscura conforman el 23 y el 72 por ciento, respectivamente, es decir, el 95 por ciento, de la materia-energía observable, afirman científicos avanzados. Pero ambas entidades nos son hoy absolutamente desconocidas.
¿Cómo es posible tamaña afirmación sobre entelequias de las que no hemos podido constatar su existencia? Se sabe que existen porque hay realidades, esas sí verificables, que no serían posibles si no existieran esas entidades, Materia y energía oscuras, perfectamente desconocidas hoy… Trasladar esta figura científica para inducir la existencia de Dios parece de una evidencia asequible, lo cual no quita la infinita complejidad a la ecuación. Creo en la materia y la energía oscuras. Creo en Dios». Por su parte, PEDRO ANTÓN
FRUCTUOSO reconoce que «hay que aplaudir la sinceridad y valentía con la que García Cuartango se expresa, y el planteamiento intelectual que sirve de base a las objeciones». «Es un hecho frecuente —añade— que no pocos universitarios y jóvenes profesionales se plantean estas cuestiones en torno a la falta de fe en Dios y concluyen abandonando el empeño porque no encuentran “evidencias” que permitan entender “el silencio de Dios”. Es verdad que, muchas veces, no se han molestado en reflexionar y profundizar en aspectos relacionados directamente con la fe».