Manuel Vázquez: «Sevilla se volcó y fue una despedida soñada»
Aquella tarde de despedida fue el hijo del torero quien le cortó la coleta. La imagen, del telefoto de Efe, iba acompañada del siguiente pie: «Y llegó el final. La plaza se puso en pie respetuosamente. Se hizo el silencio como en los momentos claves exige el ritual maestrante. El toreo brujo se adelantó unos pasos hasta el tercio. Detrás, su hijo Manuel Vázquez Gago salió para cumplir la última voluntad del torero vestido de luces: que le cortara la coleta. Una historia de oro había llegado a su fin».
Treinta ycinco años después recuerda aquel momento con emoción. «Había mucha expectación. Seis días antes toreó en Tudela en una corrida televisada y retransmitida por Matías Prats y José Luis Carabias. A un toro de Buendía muy peligroso en banderillas le formó un lío y dijo en el callejón que había puesto el no hay billetes para el día 12 en Sevilla pues lo había visto toda España y nadie se lo quería perder», relata.
Sobre el día de la corrida recuerda cómo fue. «Como era tradición cuando toreaba en Sevilla, fue a misa al Gran Poder con mi madre y conmigo. Detrás venía una nube de fotógrafos y prensa a los que citó para más tarde en el hotel Alfonso XIII, donde se vestía. También fuimos a dar el pésame por el padre de Curro Romero que había fallecido. Fue una tarde espectacular, emotiva y bonita. Una tarde redonda en la que, como dijo mi padre, “el Gran Poder me ayudó y yo puse de mi parte”. Sevilla se volcó y fue una despedida como nunca se ha realizado, una despedida soñada en la que se cumplío el sueño».
«Bajé al callejón en el último toro y me puse muy nervioso. Fue un 12 de octubre con muchísimo calor y recuerdo que el tornillito se me resbalaba. Lo hice bien para la prensa gráfica que pudo hacer muchas fotos hasta que lo cogió en hombros Ángel Rodríguez Hurtado, un banderillero que estuvo los tres años de la reaparición. Fue con su cuadrilla hasta que los capitalistas lo sacaron a hombros». Un recuerdo del 12 de octubre al que unir el debut de su hijo 35 años después. «No creía que pudiera ocurrir pero la vida te da estas cosas. Es muy emotivo y muy sevillano», asegura.