No hay exclusividad en la portería por primera vez en el último lustro
∑Pau López y Joel Robles se reparten los minutos de juego en las primeras semanas de competición ofreciendo un rendimiento bastante positivo
La transición entre las temporadas 17-18 y 18-19 vivida en Heliópolis sirvió, entre otras cosas, para llevar a cabo una profunda remodelación en una de las líneas del equipo. Se llevó a cabo un cambio radical de imagen en la portería del Betis. Por vez primera en el último lustro se registraban movimientos completos de entradas y salidas de guardametas en la plantilla. Para encontrar algo igual había que remontarse a la planificación de la 13-14, momento en el que Adrián, Casto y Fabricio se marcharon del Betis dejando su sitio a Sara y Andersen.
En esta ocasión fueron Adán y Dani Giménez los que liberaron sus respectivas taquillas en el vestuario verdiblanco. Meses antes, la dirección deportiva bética había decidido apostar por Pau López. Y para completar la nómina se negoció con Joel Robles. Quedaba atrás una etapa marcada por el dominio de Adán. El madrileño se convirtió en el dueño de la portería del Betis desde su llegada al equipo en el mercado invernal de 2014. Su rendimiento le hizo ser un fijo para los diferentes entrenadores que pasaron por el vestuario. Desde Gabriel Humberto Calderón a Quique Setién pasando por Julio Velázquez, Pepe Mel, Juan Merino, Gustavo Poyet, Víctor Sánchez del Amo y Alexis. 165 presencias en partidos oficiales, dejando pocas opciones a su compañero Dani Giménez, que se marchó de Heliópolis al Deportivo de La Coruña después de participar en 21 encuentros con la camiseta bética. El gallego se tuvo que conformar con los encuentros del equipo en la Copa del Rey y algunas oportunidades ligueras, como por ejemplo las surgidas tras la intervención quirúrgica a la que se sometió Adán el pasado abril. El problema es que el propio Dani Giménez sufrió una lesión en la visita bética al Wanda Metropolitano que, a su vez, provocó la aparición en las alineaciones del canterano Pedro en las cuatro últimas jornadas del campeonato.
Ahora, los hábitos en la portería bética se han visto modificados de manera notable. A día de hoy no se puede hablar de un titular «intocable» como ocurrió, sin ir más lejos, en la pasada temporada, la primera de Setién al frente del cuadro verdiblanco.
Cierto es que Pau López arrancó la campaña jugando de titular en las cuatro primeras jornadas del campeonato liguero, pero el inicio de la competición europea se convirtió en un punto de inflexión. Setién decidió que Joel Robles fuera el encargado de defender la portería bética en la visita al campo del Olympiacos. Y el madrileño repitió en el enfrentamiento de la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga Europa ante el Dudelange. Pero el técnico cántabro no quiere, al menos de momento, etiquetar a sus dos porteros. Joel ha sido el protagonista en la competición continental, pero también dispuso de los 90 minutos en
el partido liguero contra el Leganés jugado en el Benito Villamarín. «No porque haya jugado Joel en esta competición va a ser el que juegue siempre ahí. Están avanzando mucho en lo que queríamos que mejorasen, lo están entendiendo bien y se están educando bien en ese sentido. Me inclinaré por el rendimiento que vea en cada uno de ellos. Pau puede jugar en Europa o la Copa, como Joel puede jugar en LaLiga. Lo iré decidiendo según lo que vaya viendo», dijo Setién horas antes de recibir al Athletic en Heliópolis. Joel venía de jugar dos días antes en Atenas, pero el elegido para enfrentarse al cuadro vasco fue, finalmente, Pau.
El Betis ha ganado en seguridad defensiva. En líneas generales y salvo momentos puntuales, el equipo frena mejor a los rivales que durante la primera parte de la temporada pasada. Ayuda a ello el sistema de juego, las cualidades de los cuatro centrales que están en la plantilla y el estado de forma de los guardametas. Joel puede presumir de no haber encajado todavía un gol como futbolista bético. En la cita ante el Olympiacos (0-0) realizó intervenciones de mérito que sirvieron para evitar males mayores. Contra el Dudelange (3-0) sacó buenas manos en varias ocasiones cuando el marcador todavía estaba 0-0. Y ante el Leganés se estiró bien para despejar un remate lejano con intención de El Zhar.
Mientras, Pau supo darle la vuelta al mal inicio vivido con la dura derrota casera sufrida ante el Levante (0-3). Una semana más tarde, aunque el Betis tuvo el dominio en el campo del Alavés (0-0), el portero también respondió a dos acercamientos peligrosos del cuadro local. Del mismo modo solventó una llegada de Franco Vázquez cuando el marcador del derbi sevillano estaba todavía igualado. En Gerona fue capaz de salvar el triunfo bético (0-1) cuando en los instantes finales evitó el gol que ya se cantaba en las gradas de Montilivi tras un cabezazo de Stuani a escasa distancia de la portería. Quizá sea la parada más recordada en sus primeras apariciones como bético de un Pau que también destacó a pesar de la derrota contra el Atlético (1-0) del pasado fin de semana.