Nuevas pruebas ponen en duda la denuncia contra seis policías
La dueña de una tienda de la Macarena afirma que le quitaron dinero y tabaco de contrabando
El juzgado de Instrucción 1 de Sevilla ha citado el próximo 21 de noviembre a la responsable de una tienda ubicada en la Ronda de Pío XII, que denunció en 2015 haber sido víctima de los abusos policiales de seis agentes destinados en la Comisaría del Distrito Macarena. La denuncia, que acompañó de la grabación de las cámaras de seguridad del establecimiento, sirvió para la apertura de una investigación interna, la citación en calidad de investigados de los seis funcionarios policiales y que fueran suspendidos de empleo y sueldo. Más de tres años después, nuevas pruebas incorporadas a la causa hacen tambalear la versión de la denunciante.
Los agentes siempre han defendido su inocencia y aseguraban que las imágenes que había entregado la supuesta víctima habían sido manipuladas. En ellas, como ya adelantó en su día ABC, se veía a los funcionarios policiales realizando un registro en el interior del establecimiento, donde ya habían requisado en anteriores ocasiones tabaco de contrabando. Durante meses, la causa judicial ha permanecido estancada porque la grabación completa realizada el día de la redada, en mayo de 2015, no podía ser analizada.
La grabación completa
Finalmente la Comisaría General de Policía Científica respondió afirmativamente y del estudio completo de las imágenes guardadas en el videograbador se han extraído indicios que ponen en tela de juicio la denuncia de la mujer, de origen rumana y con antecedentes por contrabando.
La Policía Científica confirmó que la grabación que obraba en la causa no estaba completa. Así, en algunos fotogramas entregados a la juez se observa a una mujer guardándose dinero en el escote. Esta persona, que es de nacionalidad española, ha sido citada también el 21 de noviembre, confirmaron fuentes judiciales.
Además, los analistas de la Policía descubrieron en las imágenes correspondientes al día siguiente de la redada se podía ver cómo alguien cambiaba el videograbador que supuestamente había captado las imágenes que sirvieron para imputar a los agentes. La Policía advierte a la juez que ese segundo aparato podría contener imágenes que no se han analizado.