El PP pide que se repita el juicio de Gürtel por la «parcialidad» del juez De Prada
Con sus afirmaciones, el magistrado, amigo de Garzón, «coadyuvó al cambio de gobierno»
El Partido Popular ha pedido al Tribunal Supremo que repita el juicio por la primera época de la trama Gürtel, en la que esta formación resultó condenada como partícipe a título lucrativo. Considera que el tribunal que juzgó a los 37 acusados, entre ellos el líder de la red corrupta, Francisco Correa, y al extesorero Luis Bárcenas, tiene «apariencia de parcialidad» porque uno de los jueces, José Ricardo de Prada, ha «coadyuvado» para el cambio de Gobierno a favor del PSOE. Así lo expone en el recurso de casación que ha presentado ante el Alto Tribunal y al que ha tenido acceso ABC.
«El señor De Prada ha sido elegido por la ministra de Justicia (...) como uno de los cuatro miembros externos de la comisión para restablecer la justicia universal. Constituye un hecho notorio que las improcedentes afirmaciones de la sentencia que recurrimos sobre la supuesta actuación del Partido Popular han tenido una enorme trascendencia política y han coadyuvado en no poca medida a un cambio de gobierno en favor del Partido Socialista Obrero Español», sostienen los servicios jurídicos de Génova.
Juicio paralelo
Se refiere el PP a las afirmaciones sobre la supuesta Caja B del PP que De Prada, ponente de la sentencia, vierte en el fallo, cuando se trata de un procedimiento que todavía no ha sido enjuiciado. El partido ha sufrido «un auténtico juicio paralelo carente de toda garantía y justificación», señala la defensa de los populares. Y ello porque «una cosa es considerar que el PP se enriqueció con los servicios prestados en Majadahonda y Pozuelo» (cuestión que el recurrente no comparte pero que sí forma parte de los hechos enjuiciados) y otra, «de una gravedad difícil de exagerar», es que a un responsable civil «se le atribuyan en la sentencia supuestas conductas delictivas que no se están enjuiciando y que ni siquiera se están considerando a efectos de generadoras de daños indemnizables», señala en relación a las afirmaciones «indirectas y directas» relativas a la posible comisión de delitos por parte del PP.
En este sentido, señala que las referencias al «contexto en el que se desarrolló la actividad delictiva del grupo Correa y su relación con el PP» no eran necesarias y obedecían a «una decisión implícitamente acusatoria y, por ello, parcial del propio tribunal».
El escrito se hace eco de cómo antes de la redacción de la sentencia ya «se cuestionó la suficiente imparcialidad subjetiva» de De Prada por su «conocida amistad» con el exjuez Baltasar Garzón, primer instructor de la trama Gürtel, cuya actuación ha sido puesta en duda en reiteradas ocasiones por varios de los acusados.
El partido pide al Supremo que retrotraiga las actuaciones a antes de la vista oral «para que la causa sea enjuiciada por un tribunal sin apariencia de parcialidad» o que alternativamente se vuelva a dictar una nueva sentencia en la que «se omita todo hecho del Partido Popular y toda la calificación del mismo que sea ajena al objeto propio de la causa de evaluación de su participación a título lucrativo».
El juicio de Gürtel se saldó con una multa al PP de 245.000 euros como partícipe a título lucrativo, al considerar que se benefició de los actos elec- torales de 2003 que sufragaron las empresas del grupo Correa en los municipios madrileños de Majadahonda y Pozuelo de Alarcón. Esta decisión contó con el voto discrepante del presidente del tribunal, Ángel Hurtado.
Durante la vista oral el abogado del partido alegó que las decisiones sobre las campañas electorales fueron adoptadas por sus corporaciones municipales. También que su responsabilidad civil está prescrita, un argumento que ahora vuelven a exponer.