Ecuador consuma la ruptura con Maduro y expulsa a su embajadora
Quito califica al régimen venezolano de «socialismo corrupto, asesino y mentiroso»
El distanciamiento entre Ecuador y Venezuela ha acabado por desembocar en un grave conflicto diplomático. El Ministerio de Relaciones Exteriores ecuatoriano anunció este jueves la expulsión de la embajadora del país caribeño, Carol Delgado, al día siguiente de que el ministro de Comunicación del Gobierno de Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, tildara de «mentiroso» al presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, por las cifras de inmigrantes que llegan a Ecuador que dio a conocer en la Asamblea General de Naciones Unidas. En reciprocidad, Venezuela declaró «persona non grata» a la jefa de la misión de Ecuador en Caracas, a la que dio 72 horas para abandonar el país.
Moreno aseguró el pasado septiembre en la ONU que diariamente entran en Ecuador 6.000 venezolanos y que los niños llegan con sarampión, difteria y poliomielitis, y las embarazadas sin haberse hecho un solo control médico. En ese foro, exhortó a Caracas a resolver su crisis con un «dialogo nacional, franco e inclusivo».
Semanas después de esta intervención, el ministro de Comunicación venezolano, sin admitir las cifras ni la crisis migratoria ni citar el nombre de Moreno, pero sí el de Ecuador, acusó al mandatario de mentir. «Eso le ordenaron decir en el podio de Naciones Unidas, para montar la patraña contra Venezuela», subrayó. Según Rodríguez, «la cifra que él manejó, que era de un millón de venezolanos en Ecuador, solamente podría obtenerse si 140 autobuses salen diariamente durante siete años desde Venezuela».
La nota en la que se informa de la expulsión de la embajadora advierte de que Ecuador «no tolerará ninguna falta de respeto a sus autoridades». Además, en una declaración sin precedentes, el secretario de Comunicación de Ecuador, Andrés Michelena, calificó de «socialismo corrupto, asesino y mentiroso del siglo XXI» al régimen de Maduro.
Por su parte, el Gobierno venezolano informó en otro comunicado de que se vio «obligado» a tomar la medida «recíproca» de expulsar a la encargada de negocios de la Embajada ecuatoriana, Elizabeth Méndez (Moreno no había llegado a nombrar embajador), al tiempo que lamentó el roce diplomático, que calificó como «un acto inédito que atenta contra las históricas relaciones de hermandad» entre estos dos países andinos.
Según Caracas, esta tensión es «consecuencia del nuevo rol que le fue asignado al Gobierno ecuatoriano tras la visita del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en el cumplimiento del plan diseñado por Washington (...) con el objetivo de forzar un cambio inconstitucional de régimen en Venezuela».
Alejamiento de Correa
La tensión entre Ecuador y Venezuela alcanza así un nuevo grado. Desde su llegada al poder en Quito en mayo de 2017, Lenín Moreno se ha ido desmarcando de la cercanía que su predecesor, Rafael Correa, mostraba con el mundo bolivariano. El pasado año ya condenó la violencia del régimen de Maduro y denunció la existencia de presos políticos, y en agosto de este año Ecuador salió de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), en respuesta a la crisis humanitaria en Venezuela y el éxodo de sus ciudadanos. Moreno, que había sido siete años vicepresidente de Correa y se presentaba como continuador de su labor, ha acabado enfrentado al anterior presidente, al que acusa de corrupción, e impulsó un referéndum para aprobar una reforma constitucional que impedirá que vuelva a presentarse a la presidencia.