La gran final de Lopetegui
Se la juega. No puede fallar más. Piensa en hacer un fútbol más directo para encontrar el gol y los jugadores desean salvarse con él
En las distancias cortas es cuando un hombre se la juega. Julen Lopetegui, el hijo de Aguerre II, cotizado levantador de piedras guipuzcoano, se la juega en noventa minutos que marcarán su historia. Tras cuatro partidos sin ganar, el Real Madrid no puede permitirse otro tropiezo. El responsable deportivo del equipo necesita vencer hoy al Levante, a la hora del aperitivo, para recuperar el crédito gastado en cuatro encuentros en los que la ausencia de gol le condenó. Como sucede en los malos momentos, la ley de Murphy se cumplió y dos envites en los que no mereció perder, en Moscú y en Vitoria, se convirtieron en una pesadilla por la ansiedad en buscar el acierto en el remate y por dos errores defensivos que costaron dos goles y dos derrotas.
Hoy no puede permitir que sus futbolistas sufran obsesión ante la portería. No hay margen de maniobra. No puede fallar ante el Levante. Tampoco puede equivocarse ante el Viktoria Pilsen, el martes en Copa de Europa. Y el clásico del día 28 será el examen final que marcará el devenir de todos.
Lo mejor para el preparador es que sus jugadores se apuntan a la final de este mediodía, sin pensar en la Champions, para salir del marasmo. Todos, salvo Carvajal, se encuentran en condiciones de jugar. Isco quiere reaparecer, aunque sea en el segundo tiempo. Bale y Benzema también pueden tener minutos. Ceballos puede ser protagonista y rotar con Toni Kroos. Vinicius también está apuntado a la cita.
No se fija en los rumores
Lopetegui se encuentra tranquilo. Si pierde los nervios o demuestra ansiedad, sería su fin. Durante dos semanas ha visto cómo se ofrecían al Real Madrid un ramillete de técnicos que podían sustituirle. Ha sido como el chiste: un francés (Blanc), un italiano (Conte), un danés (Laudrup) y hasta un portugués, Mourinho, que aún entrena al Manchester United. Surgen nombres por todos los sitios. «Son cosas que vemos en el fútbol y cuando entrenas al Real Madrid sabemos que esto sucede», señala el comandante del plantel sin inmutarse.
Mientras los agentes revolotean cerca del Bernabéu a la caza de un puesto que aportará un buen beneficio de comisión, el entrenador blanco se dedica a mejorar el sistema ofensivo de su equipo con el fin de reencontrar el gol y dejar a todos los intermediarios sin comisión. El análisis general del cuerpo técnico y de los jugadores aboga por un fútbol más directo, con menos pases, para llegar al área y disparar.
La plantilla se niega a manifestar que van a sudar aún más frente al Levante porque eso sería admitir que no ofrecieron lo máximo en los compromisos anteriores y aseguran que lo dieron todo en todas las citas, vencieran o perdieran. El grupo piensa que debieron ganar al Atlético, al CSKA de Moscú y al Alavés y las circunstancias lo impidieron. Reflexionan que hoy saldrán a ganar porque son profesionales y es el único objetivo histórico del Real Madrid. La mayoría de los futbolistas apoyan a Lopetegui y también atacan la jornada liguera de hoy como su «final». No desean un cambio en el banquillo. Opinan que es demasiado pronto para tomar una decisión de este calibre, pues el Real Madrid se siente en condiciones de conseguir Liga y Champions.
El preparador aportó datos que atisban un buen futuro a medio plazo: «Tenemos todas las opciones en los tres títulos y llegaremos muy bien al tramo final de la temporada con estos maravillosos jugadores. Tengo plena confianza en ellos y alcanzaremos el mes de mayo muy fuertes».