ABC (Sevilla)

Caminos de Santiago Peregrinar desde Sevilla

Hasta seis rutas recorren la Sierra Norte y Sur, la capital, el área metropolit­ana y La Campiña con dirección a Galicia

- LUIS YBARRA RAMÍREZ

De Sevilla a Santiago de Compostela hay unos 800 kilómetros y numerosas rutas alternativ­as. Todas tienen el Pórtico de la Gloria entre sus cejas pero la persiguen por caminos distintos. La peregrinac­ión a la Catedral de Santiago se inició a principios del S.IX con el hallazgo de las reliquias del apóstol y hoy recibe a unos 300 000 personas cada año desde diferentes puntos de la geografía. Unos van a pie y otros en bicicleta o a caballo, pero todos se guían por esa luz interna que desde la Plaza del Obradoiro se desprende. Seis vías recorren municipios de la provincia de Sevilla.

Las indicacion­es no siempre son las más adecuadas, pero el paso de estos caminos por la provincia se plantea como un pretexto para recorrer y visitar espacios que merecen nuestra atención, desde la capital al área metropolit­ana, pasando por La Campiña o la Sierra Norte y Sur. La fe comienza donde esté cada uno.

Vía Augusta

La Vía Augusta era la calzada que partía desde Gades (Cádiz) hasta la capital del imperio: Roma. Hacia Santiago, este trayecto parte de la costa y llega hasta Sevilla, donde enlaza con la Vía de la Plata. El Cuervo hace de frontera entre una provincia y otra, y los pueblos de Lebrija, Las Cabezas, Utrera y Alcalá de Guadaira serán sus paradas en las etapas. Entre 10 y 30 kilómetros separan a unas de otras y el camino recorre, en la medida de lo posible, las cañadas y sendas de tierra históricas, que prevalecen sobre el asfalto y dotan de autenticid­ad al recorrido.

Vía Serrana

Esta es la Ruta Jacobea que parte desde el Campo de Gibraltar para encontrars­e, al igual que la anterior, con la Vía de la Plata en la Catedral de Sevilla. Además, también conserva tramos de camino histórico y es considerad­a una de las rutas más «variopinta­s». El Peñón de Zaframagón con su comunidad de buitres leonados, los ríos de la Sierra Sur, las laderas, los carriles y la broza se abren paso en este trayecto que comunica el extremo sur de la península con la comunidad gallega. Quienes venían de «tierra de moros», cristianos mozárabes que partían de Al-Andalus, realizaban itinerario­s como este. Por eso leemos en algunos documentos y escritos aquello del «Camino Mozárabe».

Camino de Antequera

Una letra antigua nos invita a calzarnos los zapatos: «Llegad, Santiago os espera/peregrinos esforzados/pues seréis recompensa­dos/caminantes de Antequera». Las veredas de la Bética eran las más densas de todo el territorio. A esta vía se le conoce como la Ruta Jacobea de Málaga y tiene su primera etapa sevillana en La Roda. De ahí se dirige, de nuevo, hasta la Catedral de Sevilla. Andalucía occidental y oriental quedaron unidas durante siglos por este trayecto que tuvo un uso comercial importante. Y el recorrido ofrece estampas para el recuerdo en su paso por la laguna Fuente de Piedra, la villa de los mosaicos que está antes de llegar a Estepa o por los cerros olivareros de la sierra.

Camino de la Frontera

El reino cristiano de Sevilla y el Nazarí de Granada tuvieron una separación física y política durante el bajo medievo: la frontera. Entre medias, quedaban andantes solitarios al restacate de cautivos o perseguido­res de forajidos. Montañas, campiña y vega acompañan al caminante en este recorrido que va de Pruna a la Sierra Norte y que es el que más etapas tiene en nuestra provincia, hasta 15. El Saucejo, Écija o San Nicolás del Puerto son algunos de los municipios que podemos visitar en ellas. La ermita de Pruna o Santa Bárbara en Villanueva del Río y Mi-

nas, el Paraje Natural de El Búho o el Cerro de los Guindales de Alanís, además, son algunos de los puntos de interés que encontramo­s en este tramo de la ruta.

Vía de la Plata

La más conocida, la que debe su nombre a su relación con el mundo árabe («Balath», que significa pavimento) y la que configuró el emperador Trajano para que siglos después se siguiera utilizando de forma habitual es la que aquí nos encotramos. Una loseta frente al Puente de Triana nos señala el rumbo y desde ahí partimos (o desde la Catedral) hasta El Real de la Jara para después cruzar las tierras extremeñas, castellano­leonesas y gallegas hasta el templo en el que descansa el culto al apóstol. De la Puerta de la Asunción a la de la Gloria por la calzada histórica que acercó el norte y el sur de la península: sierra, meseta, bosque y ríos por los que se ve la luz que buscábamos desde el arrabal. La Vía de la Plata es una de las principale­s arterias de España, fundamenta­l para el tráfico en carretera en la actualidad. En el pasado, facilitó, además del peregrinaj­e, el comercio y las comunicaci­ones entre las localidade­s que se extienden en su línea. Zafra, Mérida, Salamanca o Zamora quedan más cerca de Santiponce, Guillena o Almadén de la Plata gracias a este paso que se trazó en un pasado remoto. Varias decenas de etapas a pie separan unos puntos de otros, por lo que hay quien opta por cumplir solo algunas de ellas y avanzar con vehículos por otras. El interés y el tiempo, por lo general, marcan esta decisión.

La sexta alternativ­a

Por último, existe otra vía que dormita en una nebulosa entre el pasado y el presente. La línea de investigac­ión está abierta y hay documentos que avalan a la conocida como Ruta Jacobea de Mures o Murense, que parte de la Raya de Portugal a Huelva, se dirige a Niebla y, desde allí, a Sevilla. Desde las administra­ciones públicas quieren recuperar este Camino de La Marisma. Villamanri­que de la Condesa, Aznalcázar, Sanlúcar la Mayor, Villanueva y Castilleja son los pueblos que se verían beneficiad­os.

Las distancias de las etapas que se plantean en el mapa son cortas pero es convenient­e llevar el equipamien­to, la documentac­ión e informació­n adecuada. Se debe crear un plan previo, atender al tiempo del que se dispone y el esfuerzo que cada uno es capaz de soportar. El camino se anda con el corazón en los zapatos, y cualquiera que tenga lo primero lo puede realizar. Promesa, motivación, fe, retiro, encuentro, tranquilid­ad y naturaleza son las palabras que suenan por los empedrados. Unos van en grupo, pero dicen que no hay camino sin soledad.

 ?? ABC ?? El Camino a su paso por Coripe
ABC El Camino a su paso por Coripe
 ?? ABC ?? Cerros en la provincia de Sevilla
ABC Cerros en la provincia de Sevilla
 ?? ABC ?? Bifurcació­n de caminos en el campo
ABC Bifurcació­n de caminos en el campo
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ABC Señalizaci­ón de El Camino durante el trayecto

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