Iglesias y Garzón no saludan al Rey y exigen una república
IU y PCE presentan una querella contra Don Juan Carlos por «corrupción»
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el coordinador general de IU, Alberto Garzón, utilizaron ayer el 40º aniversario de la Constitución para exigir su reforma y para reivindicar una república y denostar a la Monarquía. Como era de esperar ninguno de los dos asistió al saludo protocolario a Don Felipe. «La Constitución no puede ser una reliquia, sino un instrumento que sirva para proteger los derechos sociales y por ello se tiene que modificar», aseveró Iglesias. «La Monarquía sirvió para evitar que se diera un golpe de Estado, y hay que darles las gracias, pero en 2018 no entendemos que a la jefatura del Estado se acceda por fecundación», continuó. Para el líder de Podemos, el futuro de una España moderna tiene que pasar por una república y «el jefe del Estado, si es demócrata, tiene que reconocer esa posibilidad, la de que España está preparada para discutir de todo». La actitud de la formación morada es la que acostumbran habitualmente en estos actos.
Durante la entrada de Don Felipe y Don Juan Carlos al hemiciclo y, tras el discurso del Rey, en Podemos ni se levantaron ni aplaudieron. Luego, en los corrillos, Iglesias calificó de «decepcionante» la alocución de Don Felipe por no adecuarse a la realidad. «He hechado en falta que recuerde que hay artículos de la Constitución que no se cumplen», reprochó Iglesias, respecto a los derechos sociales de los que, a su jucio, carecen muchos españoles.
Por su parte, el líder de IU anunció que su partido y el PCE presentaron una querella para investigar a Don Juan Carlos por posibles delitos de corrupción. El texto le acusa de «cohecho, fraude, tráfico de influencias y de constitución de grupo criminal». «Hoy tenemos la presencia de una Monarquía que a nuestro juicio no es trigo limpio», protestó Garzón, que censuró que muchos piensan que defender la Monarquía es defender España.
Los miembros de Unidos Podemos lucieron un símbolo en sus solapas: el rostro de una mujer de color morado. «El símbolo del futuro», decían. El gesto reivindicativo, no obstante, no tuvo mucho éxito porque faltaron muchos miembros de su grupo parlamentario: Compromís y En Comú Podem declinaron la invitación.
Garzón fue el único de IU que pisó la Cámara Baja. No asistía a esta celebración desde 2011, año en que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero introdujo una reforma «exprés» en la Carta Magna sobre el principio de estabilidad presupuestaria. Todo ello después de acometer el mayor recorte social de la historia reciente del país.