En Brasil hay 55 millones de pobres y 15 de «sin techo»
∑ El Instituto Brasileño de Estadística confirma la crisis económica en el país
Personas durmiendo en la calle, comiendo basura, drogadas y muchas veces, dementes, son cada vez más comunes en las esquinas de los barrios de clase media brasileña. Los datos del Gobierno sobre el aumento de la pobreza y la miseria en Brasil confirman lo que se ve cotidianamente sobre el efecto de la crisis económica y de graves problemas sociales, como el aumento del narcotráfico y la violencia.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) confirma que dos millones de brasileños cruzaron este año la línea de la pobreza, casi la población de la provincia de Sevilla, subiendo de 52,8 millones en 2016, a 54,8 millones este año, lo que supera de lejos el número de habitantes de España. Eso significa más de un cuarto de los brasileños viviendo con un ingreso diario de hasta 5,5 dólares, según la definición de pobreza del Banco Mundial.
El número de «sin techo» también es espantoso y viene aumentando con fuerza: un 6,6% en 2016 y un 7,4% este año, subiendo a 15,2 millones de personas que viven con menos de 1,90 dólar por día. Es como si se sumaran casi todos los habitantes de Cataluña y Andalucía, e imaginásemos esas dos comunidades pobladas por mendigos, viviendo en las calles o en pésimas condiciones.
Los números le imponen un reto al Gobierno de Jair Bolsonaro, que asume la Presidencia a partir del 1 de enero, con la promesa de sacar al país de la crisis económica en que está sumergido desde hace cuatro años, tras gastos excesivos para eventos deportivos, la inestabilidad política y la operación anticorrupción, que paralizó la economía, con la investigación de constructoras y empresas del sector petrolero, responsables de un 13% del PIB. El aumento del desempleo y de la informalidad son otros dos temas relevantes en la estrechez económica. Para enfrentar la indigencia, según el IBGE, Brasil debería invertir unos 2 mil millones de euros, (42 euros mensuales por persona), un presupuesto cinco veces mayor que lo que el Gobierno asignó en el presupuesto del programa social Bolsa Familia para el próximo año.
«Un proyecto de erradicación de la pobreza depende de muchas decisiones. Subsidiar el coste de la vivienda y alimentación, generar empleos. Pero si se quiere resolver ese problema mañana, con un decreto, ese es el monto adicional que debería invertirse», explica Leonardo Queiroz Athias, estadístico del IBGE. Será una misión enorme para Bolsonaro, que por ahora concentra sus propuestas en la economía y en el sector empresarial, pero patina y muestra poca comprensión y disposición en las acciones para enfrentar los problemas sociales.
Ingreso diario Más de un cuarto de los brasileños viven con un ingreso diario de hasta 5,5 dólares Crisis Los gastos para eventos deportivos y la corrupción son causas de la estrechez económica