Una celebración con todo previsto
En la celebración del cuarenta aniversario de la Constitución española todo resultó según lo previsto. Pedro Sánchez y Zapatero fueron abucheados, para no perder la costumbre; los constitucionalistas aplaudieron mucho y, por la misma razón, los nacionalistas optaron por ausentarse, no sea que alguien vaya a pensar que están con la Constitución; los podemitas guardaron las formas y no aplaudieron, pero se pusieron en pie, no sea que alguien piense que son gente mal educada; y de lo que se habló en discursos, pasillos y medios fue de lo que se habla desde hace al menos diez años en esta fiesta de aniversario: de la reforma que se debe hacer. La única y celebrada diferencia es que había dos reyes, cuatro contando a sus esposas en el hemiciclo abarrotado, recibidos con aplausos. Es posible que no haya habido Constitución en el mundo que haya sido tan alabada cuarenta años después de aprobada. Con palabras de S.M. el Rey Felipe VI como «esta Constitución es el mayor éxito de la historia contemporánea» su augusto padre, Juan Carlos I, debía de sentir mariposas en el estómago al escucharle. ¡Él era el motor que nos había conducido a esa maravilla! En fin, que la Constitución quedó nuevamente sacralizada con la nostalgia que anteayer se derramó, podemos recordar: ¡aquellos tiempos en que el 91% de los catalanes votaron la indisoluble unidad de España! o ¡españolistas como Fraga aceptaron el término nacionalidades! Para superar esa melancolía, me propongo el ejercicio que hace años planteaba un anuncio de televisión: si cree que esta Constitución está en crisis, busque, compare y si encuentra algo mejor, ¡compre! GENARO NOVO SEVILLA