«A veces os puse de los nervios, y vosotros a mí»
Alemania ha tenido que esperar 18 años para verlo. Por primera vez y ante la efusiva despedida, Merkel se emocionó y tuvo que pelear con una lágrima rebelde contra su reputación de «teflón». Con una interminable ovación acalorada y multitud de carteles en los que se leía «gracias jefa», la CDU se despedía de su presidenta desde 2000 haciendo un balance enormemente positivo. Merkel, por su parte, se ha marchó con un mensaje de agradecimiento y una llamada a la unidad de los conservadores alemanes. «Debemos poner fin al conflicto que CDU y CSU han experimentado amargamente en los últimos años», dijo, señalando quizá la gran tarea que deja pendiente y en referencia al enfrentamiento que el expresidente de Baviera y exlíder de la Unión Socialcristiana bávara, Horst Seehofer, se ha empeñado en mantener incluso como una cuestión personal.
«Reconozco que algunas veces llegué a poneros de los nervios y sabéis que, aunque solo muy pocas veces, vosotros también a mí», se permitió un leve reproche en su discurso, «pero es normal que sea así, porque somos una familia». Después recomendó al partido la «renovación de personas y estructuras, la adaptación a nuevos tiempos en los que la CDU se enfrenta a nuevos retos, pero manteniéndose fiel a los viejos valores que siguen siendo tan válidos como en el momento de la fundación del partido».
Se refirió a la CDU como «un gran partido de centro» e insistió en que «conservador no viene de conservar, sino de superar los obstáculos que nos impiden avanzar en la senda trazada». Se distanció sin citarlo de AfD, señalando que «los conservadores discutimos, pero nunca terminamos con el oponente; nos diferenciamos, pero no jugamos contra nadie, perseguimos objetivos pero servimos a la gente de nuestro país». Como regalo de despedida, recibió la batuta que en 2017 utilizó Kent Nagano, director de la Staatsoper de Hamburgo, en el concierto para el G-20, «como recuerdo del talento que requiere dirigir un gran grupo con talentos diversos y mantener la armonía».