El nuevo fiscal de EE.UU. defenderá la ley antes que al presidente
Trump elige a Barr para un cargo que ya ocupó hace 25 años, y a Nauert para la ONU
Donald Trump ha empezado a cubrir los huecos dejados por las últimas crisis –provocadas por él mismo, generalmente– en su Gobierno: ayer anunció que nominará a William Barr para ocupar el decisivo cargo de fiscal general y a Heather Nauert, actual portavoz del Departamento de Estado, para el cada vez menos decisivo puesto de embajadora ante Naciones Unidas.
Barr es el elegido por el presidente de EE.UU. para sustituir a Jeff Sessions, al que Trump echó de su Gobierno el mes pasado harto de su inoperancia en la investigación sobre el supuesto complot entre su campaña y Rusia en las elecciones de 2016. Sessions se recusó en el caso, lo que permitió en nombramiento de Robert Mueller como investigador especial.
Proteger al fiscal Mueller
La nominación de Barr llega tras semanas de escrutinio a Matthew Whitaker, fiscal general interino, muy criticado por haber cuestionado la investigación de Mueller. La oposición demócrata –y algunos republicanos– aseguraban que Whitaker entorpecería la labor del investigador y ese será el examen que Barr deberá pasar ahora. Su nominación debe ser refrendada por el Senado, donde hay republicanos que han defendido con vehemencia la protección de Mueller.
Barr conoce bien un cargo que ya ostentó hace un cuarto de siglo, en la recta final de la presidencia de George Bush padre, fallecido la semana pasada. Fue fiscal general entre 1991 y 1993, en el periodo más conocido de una carrera en la que ha ido y venido entre el sector público –CIA, oficina legal del Departamento de Justicia– y la empresa privada, donde ha sido abogado del gigante de la telecomunicación Verizon y en reconocidos bufetes.
Barr defendió en aquella etapa que la lealtad del fiscal general es antes al «imperio de la ley» que al presidente. Pero, a su vez, destacó como un defensor de conceder al presidente amplios poderes ejecutivos.
Antigua periodista
Nauert, por su parte, sustituirá a Nikki Haley como embajadora ante la ONU. Al contrario que Barr, su experiencia para este cargo es mínima. Es una antigua periodista y analista de la cadena Fox que Trump eligió como portavoz del Departamento de Estado. La ausencia de historial diplomático o gubernamental de Nauert es un ejemplo de la consideración que Trump da a las Naciones Unidas y podría convertirse en un serio obstáculo para la preceptiova confirmación de Nauert en el Senado. Trump dio pistas ayer de un tercer nombramiento: el del jefe del Estado Mayor de la Defensa, el máximo cargo militar del país. El presidente de EE.UU. deslizó que lo nombraría hoy en un partido de fútbol americano entre los equipos de academias militares, y todo apunta a que será el general Mark Milley, hasta ahora jefe del Ejército de tierra. Sustituirá al general Joseph Dunford, cuyo mandato expira el año que viene.
Heather Nauert La nueva embajadora ante Naciones Unidas no tiene experiencia diplomática