Comienza la «Guerra de los Seis Días» sevillista
TRAS muchas jornadas ligueras disputadas en domingo, el Sevilla se apunta al sábado en Valencia, en un partido que no es de su Liga. Cuesta trabajo decirlo, porque el valencianista ha sido desde hace años un rival con objetivos compartidos con los sevillistas, pero en la actual temporada están tan mal como un minuto después del gol de M’Bia de mayo de 2014; sí, aquel de cabeza que acabó con la carrera de pitoniso de David Albelda en su primer día laboral. Que luchen por premios distintos -uno salir de abajo, el otro mantenerse arriba-, no supone que ganar allí sea una empresa fácil. Ni Mestalla ha sido nunca un feudo favorable, ni el Sevilla de los últimos partidos es el de los primeros. La cita levantina será la primera batalla de la «Guerra de los Seis Días» que va a afrontar el club de Nervión en la segunda semana decembrina. Hoy en el césped naranja contra el equipo de un ex, Marcelino; el lunes, en la Junta General de Accionistas, y el jueves, frente al Krasnodar ruso, en Europa.
Si para la confrontación doméstica Pablo Machín tirará de los de siempre, pasado mañana los de siempre de los despachos tendrán un partido mucho más fácil, que no cómodo, en la reunión anual de accionistas. Los mayoritarios golearán en votos sin salir de vestuarios, pero el accionariado de base les va a exigir que se desnuden, lo que de conseguirlo convertirá aquello en un cónclave con las vergüenzas de todos fuera: la de los Pequeños Accionistas pidiendo a los Mayores Accionistas un imposible tras facilitarles el pelotazo vendiendo sus papeles (de aceptar poner trabas al comprador extranjero estarían autoboicoteando la supermillonaria venta de sus títulos), y la de estos últimos, obligados a reconocer una evidencia: no hay sentimiento que resista una montaña de dólares sin quedar sepultado.
El lunes, además, con la entrada de nuevo en el Consejo de los representantes de las acciones del ex presidente José María del Nido, se solucionará una anormalidad social, por mucho que fuera provocada por un mal movimiento estratégico de los hasta ahora ausentes. Serán ya todos los que estén, aunque no estarán todos los que son… sevillistas.
El equipo juega contra Valencia y Krasnodar, y los accionistas mayoritarios afrontan una Junta en la que los minoritarios van a exigirles que se desnuden