«Esto se podría haber resuelto de una forma menos dolorosa»
En los casos de demandas de paternidad siempre existen dos bandos, pero no hay vencedores ni vencidos. Todos son víctimas. Pilar, hija de Leoncio González de Gregorio y Luisa Isabel Álvarez de Toledo, contestaba a la llamada de ABC sin haber recibido la notificación del juzgado informándole de que ya había sentencia. «A mi abogado no le han notificado nada», contaba Pilar. Aún así, esperaba el resultado: «La prueba de ADN dio positivo en su momento, así que el fallo es lógico. Ahora seguiremos los cauces legales y recurriremos la sentencia».
Leoncio González de Gregorio murió en 2008, por lo que Pilar no se explica por qué Rosario Bermudo no presentó antes la demanda de paternidad. «Es más fácil interponer la demanda y que la admitan si la persona está viva, y además ella habría contado con el testimonio de su madre, que murió antes de que ella iniciase los trámites». De esta forma, Leoncio Alonso, Pilar, Gabriel y Javier se habrían ahorrado la «situación tan desagradable» de ver cómo exhumaban los restos de su padre. «Cuando vi que le iban a desenterrar, me presenté voluntaria para hacerme la prueba de ADN y Javier también. No se nos tuvo en cuenta y me pareció muy cruel. Todo esto se podría haber resuelto de una forma menos dolorosa».
Una foto «descolorida»
Aún así, Pilar no hace «responsable moralmente» a su padre de lo que pasó: «Él era menor de edad cuando ocurrió y además era otra época y había restricciones legales. Rosario cuenta una historia, pero no aporta testigos que la avalen, solo una fotografía descolorida donde aparece mi padre».
Pero la prueba de ADN está por encima de eso, porque la filiación es un derecho constitucional. «El resto de personas también tenemos derechos y existen límites. Se podría haber arreglado todo en tiempo y forma. Yo no estoy culturalmente preparada para ver cómo desentierran a mi padre», concluye.