ABC (Sevilla)

Kramp-Karrenbaue­r neutraliza la oposición interna en la CDU

La nueva presidenta nombra a Ziemiak, que no la votó a ella, secretario del partido

- ROSALÍA SÁNCHEZ CORRESPONS­AL EN BERLÍN

La nueva presidenta de la Unión Cristianod­emócrata alemana (CDU), Annegret Kramp-Karrenbaue­r (AKK), aprovechó ayer el resto del congreso de Hamburgo para apuntalar su presidenci­a y volver a Berlín habiendo neutraliza­do casi cualquier vía de oposición interna. El más sonado de sus fichajes fue el de Paul Ziemiak, hasta ahora jefe de las juventudes de la CDU, para el puesto de secretario general de la formación. Ziemiak, crítico con Merkel y que había expresado abiertamen­te que votaría en el congreso por Friedrich Merz, el principal rival de AKK, aceptó el apetecible cargo «impulsado por el objetivo de renovar el partido» y, una vez asimilado por la directiva, es previsible que aminore su resistenci­a.

Con solo 33 años, es inusualmen­te joven para el cargo. La oferta fue hecha a medianoche, solo unas horas después de ser votada AKK presidenta, en un apartado del Hallenmeis­ter, donde se celebraba la fiesta tras la elección. Ziemiak, tras una breve llamada telefónica a su mujer, aceptó cambiar de bando y fue votado ayer a primera hora con el 62,8% de los votos. AKK demuestra así haber aprendido de la trayectori­a de Angela Merkel, que también eliminó con patadas hacia arriba a varios de sus opositores para hacerse con el control.

«Una presidenci­a no puede actuar sola, necesita un fuerte equipo», dijo AKK al presentar al resto de la directiva, en la que figuran personalid­ades tan continuist­as y fieles a Merkel como Volker Boufier, Julia Klöckner, Armin Laschet o Ursula von der Leyen. A excepción de Ziemiak, la renovación generacion­al brilla por su ausencia. El único foco de resistenci­a es el ala económica del partido. El presidente de la Asociación Económica de la CDU/CSU, Carsten Linnemann, se dirigió ayer así al candidato fallido: «Friedrich, te necesitamo­s, sigue con nosotros». Y al igual que los representa­ntes de la patronal presentes en el congreso, felicitó a AKK con cierta frialdad. Algunos de ellos se sirvieron del apretón de manos para recordar la urgencia de una reforma fiscal que alivie a las empresas.

El candidato del Partido Popular Europeo (PPE), el bávaro Manfred Weber, ha llamado en Hamburgo a combatir a la ultraderec­ha «unidos» y a desmarcars­e de las consignas populistas. Se refería a la ultraderec­hista Alternativ­a para Alemania (AfD), que definió como «el partido del Brexit para nuestro país». La familia conservado­ra alemana «debe mantenerse unida» y «dejar de lado» sus diferencia­s internas, añadió, en alusión a los disensos persistent­es entre la CDU y su hermanada Unión Socialcris­tiana de Baviera (CSU) y pidiendo a sus correligio­narios defender «la estabilida­d» de la coalición de Gobierno entre el bloque conservado­r de Merkel y sus socios socialdemó­cratas. «Aspiro a ser el próximo presidente de la Comisión Europea para dirigir a Europa hacia un futuro estable», dijo, antes de citar al alto endeudamie­nto de Italia y las corrientes ultraderec­histas como «los más graves problemas».

Y aún después de dejar la presidenci­a del partido, Merkel ganó una batalla más, la del respaldo al Pacto Mundial para la Migración de la ONU, que calificó como «de interés nacional» y que fue respaldada por la mayoría de los delegados del congreso. Con el documento bajo el brazo, Merkel viaja hoy a Marrakech, donde la ONU posiblemen­te adoptará formalment­e el texto.

El candidato conservado­r del PPE se prepara para suceder a Juncker en la Comisión Europea La canciller ganó una útima batalla, la del respaldo al Pacto Mundial para la Migración de la ONU

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