Atenciano: «La llama de la afición sigue viva en Écija, pero se apagará»
La afición taurina de Écija se ha movilizado para recuperar su plaza de toros de 1888 y la celebración de festejos. El aficionado y presidente de la peculiar peña Curro Romero de Écija, Fernando Atenciano, conoce los detalles del proceso. «Todo comenzó con el PSOE en la Alcaldía pero no llegaron a un acuerdo. Finalmente, hace cuatro años, con el PP, se negoció con los propietarios. La afición estaba contenta porque ya era del pueblo pero al cambiar de partido, desde el Ayuntamiento se empezó a decir que la plaza estaba en ruina y que se había hecho una mala compra», asegura.
«El argumento que se da es que no cumple con la Ley de Espectáculos, que los corrales están en mal estado y muchas más cosas pero esas cuestiones tienen que ver con otro tipo de espectáculos. Para dar toros lo único que hace falta es adecentar la plaza. Lleva 140 años y siempre se han dado festejos taurinos», subraya.
«Desde el Ayuntamiento dicen que los peritos no firman para dar los permisos y ellos no se responsabilizan», destaca Atenciano, que lamenta la situación e incluso que la escuela taurina de la localidad no pueda entrenar en el coso. «Hasta hace nada la plaza de toros tenía jaramagos que se salían por fuera de los tejados y los alumnos de la escuela se han ido a un colegio porque era imposible».
En las últimas semanas han comenzado labores de limpieza, según confima Atenciano. «Ahora dicen que están limpiando la plaza pero no sé para qué ya que no quieren autorizar nada. Dicen que hace falta más de un millón de euros para realizar todas las obras necesarias y adaptarlas. Y que si las hacen habrá excavaciones. Debajo hay un circo romano así que lo que quieren es no dar más toros en Écija», subraya.
«Los aficionados se han movilizado y yo fui al Ayuntamiento con un abogado y un perito para que me explicaran cuál era la situación. La plaza es un bien del pueblo y hay que tirar para delante. Écija es una ciudad cuna de toreros por la que han pasado todas las figuras», asegura.
«Presumen de tener una escuela taurina pero me preguntó que para qué la queremos si no pueden usar la plaza para torear. Es como tener un equipo de fútbol y no tener un campo donde jugar», explica. «La llama de la afición sigue vive en Écija pero si esto sigue así, se apagará», concluye.