Lo que el viento se aburrió
∑ El tempranero gol de Bale le sirve a un Real Madrid solo serio para ganar en Huesca
En El Alcoraz encontraba el Madrid un escenario similar a Ipurúa e incluso a Mendizorroza. La victoria sirve para ver lo que ha mejorado (que es algo, pero no mucho) y para meterse en zona de Champions.
El Huesca quizás sea peor que el Eibar, pero contaba con los elementos. El fuerte viento le daba a los balones un final sorprendente y casi caprichoso. Cualquier languidez se la llevaba el viento y esto, junto al escarmiento de Éibar, marcó el tono del partido.
El Madrid marcó pronto: volea delicada de Bale a pase de Odriozola tras una intervención de Llorente.
Sin experimentos
Llorente es una de las cosas nuevas de este Madrid de Solari. Ha hecho que acaben los experimentos gaseosos de reconversión de interiores y además está consiguiendo aportar algo propio. Su dinamismo de banda a banda es muy grande. Parece un limpiaparabrisas ansioso, con mucho ritmo. También colabora en sanear la salida de la pelota. En ocasiones, cuando le tocaba a Ramos sacarla, él se colocaba de central, como ocupándole el hueco. Además del ramalazo lavolpiano se notaba lo que de constante solidaridad auxiliar tiene su fútbol.
Antes del gol, el Huesca había tenido una ocasión de córner, y después siguió presionando. Tuvo la mejor en el minuto 17: tiro de Ávila que Courtois paró con categoría. El Madrid corría detrás del Huesca hasta llegar a desaparecer. Solo aparecía Bale en ataque. Un chut lejano en el 25 (paró Jovanovic) y alguna carrera a la contra. De trabajo bien, de fútbol justo. El par- tido llegaba vivo al descanso. Tan vivo que Melero pudo empatar llegando de cabeza a un gol cantado.
El Huesca dominó el juego en la segunda parte, quedándole al Madrid alguna contra cada vez menos clara y siempre por Bale, que llegó a forzar otra parada de Jovanovic. Bale y Courtois fueron los mejores del Madrid, lo que dice bastante de la falta de regularidad y sustancia del juego blanco. Visto el panorama, Solari cambió a Ceballos por Valverde. Ya que no había juego, que por lo menos hubiese potencia. Isco sustituyó a Modric, al que no era difícil mejorar. Dio un buen pase a Bale, algo de «tenencia»... Con todo, el Madrid no pudo evitar cierto sufrimiento. El partido terminó con una ocasión de Hernández y dos saques de esquina locales.