Y todavía puede dar más
Adiós a la crisis. De un plumazo. Ganando, que es lo que importa. El debate del juego, de si es mejor o peor, sólo puede existir sumando de tres en tres. Cuando las victorias no llegan, todo lo demás no importa. Por eso cuando el Betis cayó en Villlareal y se colocó el decimocuarto en la clasificación nadie podía poner paños calientes, nadie debía tirar de excusas. Este Betis, el que lleva año y medio creciendo y creciendo sin parar, no se podía permitir el lujo de «tirar» tan pronto su liga. Se había invertido demasiado dinero y se había conformado una plantilla lo suficientemente buena como para ser más ambiciosos. Y así ha sido. Con un juego peor, menos vistoso, pero mucho más efectivo. Así ha llegado la transformación. La cual ha sido tan grande que le ha dado al cuadro verdiblanco para enlazar, desde entonces, cuatro triunfos consecutivos. Para ganar, ganar y ganar. Y volver a ganar. Para crecer desde la exigencia, para seguir queriendo ser un grande.
Olympiacos y Racing. Los deberes hechos tanto en la Liga Europa, como en la Copa. Algo que hasta hace nada parecía imposible para los de Heliópolis, lo han logrado los de Quique Setién casi sin despeinarse, con todo lo bueno que conlleva dicha afirmación. Y luego en LaLiga, donde estaba apareciendo la peor versión en cuanto a resultados, ha habido un arreón de los que invita a pensar en positivo. Sí, jugando peor. O mejor dicho, no haciendo un fútbol tan bonito. Pero ganando, que es lo que realmente importa, como se pudo apreciar anoche en un Benito Villamarín que fue una fiesta total. Y es que los béticos, los que siempre están y llevaban tanto tiempo sufriendo, viven desde hace año y medio ilusionados. Y con razón. Hay estructuras, plantilla y entrenador para mirar hacia arriba.
E, igual que los días de críticas hay que repartir culpas, los de halagos hay que repartir méritos. Y deben ir desde los que traen a los jugadores hasta el entrenador, pasando por los propios futbolistas. Desde Haro, Catalán y Serra, a Setién, pasando por Lo Celso (vaya espectáculo diario), Sidnei (el mejor fichaje si no estuviera el argentino) y William Carvalho (vaya mes de crecimiento), por ejemplo. Eso sí, que nadie se crea que ya está todo hecho. Entre otras cosas, porque este Betis todavía puede dar más. Toca lograrlo.