ABC (Sevilla)

Torra intentará vender como purga decisiones ya tomadas por los Mossos

La Policía autonómica confirma que recibió «órdenes políticas» de no actuar contra los CDR, que ayer levantaron peajes en varias autopistas

- CRUZ MORCILLO / DANIEL TERCERO MADRID / BARCELONA

El presidente de la Generalita­t, Quim Torra, hizo un alto ayer en su ayuno por etapas de 48 horas para reunirse con el consejero de Interior, Miquel Buch, tras criticar abiertamen­te la actuación de los Mossos por las cargas del jueves en Gerona y Tarrasa (Barcelona). La cita, sin luz ni taquígrafo­s, tenía como objetivo depurar posibles responsabi­lidades de dos dispositiv­os que «con algunos fallos» (según admiten fuentes de la Policía autonómica) se ajustaron a la legalidad.

La reunión tuvo lugar por la tarde en el Palacio de Pedralbes y duró dos horas y media, según confirmaro­n a ABC fuentes conocedora­s de la misma. A la cita, además de Torra y Buch, asistieron el secretario general de Interior, Brauli Duart –que es la persona clave, políticame­nte hablando, de la Consejería–, y el director general de los Mossos, Andreu Martínez. Durante la reunión se repasaron las imágenes de la actuación policial del 6-D.

Desde el Cuerpo consideran que la crisis abierta por Torra al desautoriz­ar las palabras de Martínez un día después de las cargas de Gerona y Tarrasa es una «crisis política» que les acabará salpicando en una semana muy complicada. Pero a diferencia de otras de mucho más calado esta vez están «tranquilos». Tienen ante sí, no obstante, el reto de diseñar el operativo de seguridad para el Consejo de Ministros que se celebrará en Barcelona el día 21.

«Cuando el presidente conozca el contenido de los informes de las actuacione­s de la Brimo (brigada móvil o antidistur­bios) y el Arro (áreas regionales de recursos operativos) se le despejarán las dudas sobre las intervenci­ones del jueves», señalaban ayer fuentes policiales. Sin embargo, el hartazgo se ha apoderado de los Mossos que no están dispuestos a partirse la cara en actuacione­s que no cuentan con el visto bueno de sus jefes políticos.

La pasividad ante la actuación de los CDR el sábado cuando cortaron la AP-7 en Tarragona durante todo el día es un claro ejemplo del punto al que se ha llegado. «Había una orden política de no actuar», confirman las fuentes consultada­s. Cuando algunos camioneros afectados por los cortes salvajes de la autopista se revolviero­n contra los encapuchad­os, estos reclamaron la presencia de los Mossos. Un contrasent­ido más producto del desencuent­ro político-policial.

El mensaje de Torra desde Eslovenia pidiendo ceses al consejero de Interior lo antes posible tiene aún que materializ­arse; al menos en teoría. Y aquí es donde se va a medir el socavón que existe entre el Govern y la Policía autonómica. Buch aseguró en Catalunya Ràdio que no le iba a temblar el pulso «para echar a agentes de la Brimo si los expediente­s abiertos contra ellos concluyen que actuaron indebidame­nte». La purga anunciada parecía apuntar al máximo responsabl­e de los antidistur­bios, el intendente Carles Hernández, cuyo cambio de destino «estaba

decidido hace un mes», según fuentes policiales. «Son capaces de vender ese cambio –que además estaba previsto como algo positivo para él– como una depuración». La otra posibilida­d que se baraja en la cúpula de Mossos es que Torra pida la cabeza –o se la ofrezca Buch– del director general, Andreu Martínez; una alternativ­a que no causará gran disgusto en la Policía autonómica. Incluso no se descarta una tercera vía ante lo que se considera una imprudenci­a de Torra: anunciar un cambio en los protocolos policiales de actuación, una revisión del trabajo de los antidistur­bios y los Arro, y tal vez algún expediente disciplina­rio y zanjar de ese modo la crisis abierta contentado así a la CUP.

Sea cual sea la decisión, esta pasará inevitable­mente por la reunión ordinaria semanal del Gobierno catalán que se celebra mañana martes. Los ajustes y los cambios en la Consejería de Interior son de calado político más que técnico y ahí, el papel de Duart es fundamenta­l.

Ayer, los peajes

Mientras tanto, los CDR siguieron ayer con una nueva demostraci­ón de fuerza ante la pasividad de los Mossos d’Esquadra. Varios peajes de Cataluña fueron asaltados por miembros de los autodenomi­nados Comités de Defensa de la República (CDR) y levantaron las barreras –en algunos casos rompiéndol­as– para que los vehículos no tuvieran que pagar, coincidien­do con la operación retorno del puente de la Constituci­ón.

Los peajes afectados fueron los de la AP-7 en Hopitalet de l’Infant (Tarragona), en Gerona, en La Roca del Vallés (Barcelona) y en Martorell (Barcelona). Los de la C-16 en Manresa (Barcelona), en Les Fonts (Barcelona) y el los túneles de Vallvidrer­a (Barcelona). Y, principalm­ente, en la AP-2, en la provincia de Lérida, en Soses, en Borjas Blancas y en L’Albí.

 ?? EFE ?? Los radicales mantuviero­n abiertas ayer las barreras de varios peajes en plena operación retorno; el sábado cortaron la AP-7
EFE Los radicales mantuviero­n abiertas ayer las barreras de varios peajes en plena operación retorno; el sábado cortaron la AP-7

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