Ofensiva diplomática china para liberar a Meng Wanzhou
Pekín llama a consultas a los embajadores de EE.UU. y Canadá
El arresto en Canadá de la hija del fundador de Huawei es un duro golpe no solo para este gigante de las telecomunicaciones, sino también para el régimen chino. Airado por la detención de Meng Wanzhou a petición de Estados Unidos, que la acusa de haber violado las sanciones contra Irán, el Ministerio de Exteriores chino convocó el fin de semana a los embajadores de ambos países.
El sábado citó al canadiense, John McCallum, a quien advirtió de que habría «graves consecuencias» si no la liberaban, y ayer llamó al estadounidense, Terry Branstad. Protestando contra el arresto, el viceministro Le Yucheng le instó «a tomar medidas inmediatas para corregir prácticas erróneas y revocar la orden de detención». Tal y como criticó el Ministerio en un comunicado, «Estados Unidos. ha violado gravemente los legítimos derechos e intereses de ciudadanos chinos», informa la agencia France Presse.
Mientras arrecia la tormenta diplomática, Meng Wanzhou aguarda en una celda. Tras comparecer el viernes ante el Tribunal Supremo de la Columbia Británica, que debe decidir sobre la extradición pedida por EE.UU., está previsto que hoy lunes acuda de nuevo ante el juez. Siguiendo una orden emitida en agosto por un tribunal de Nueva York, el fiscal pide su extradición para ser juzgada por, presuntamente, haber intentado vender material informático a Irán hace una década, cuando estaban en vigor las sanciones contra su programa nuclear. Como directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou habría utilizado una empresa subsidiaria de Hong Kong, llamada Skycom, de cuyo consejo de administración formó parte entre 2008 y 2009. Acusada además de mentir sobre la unión entre Huawei y Skycom y de exponer al banco HSBC a sanciones por ocultar la operación, Meng se enfrenta a una pena de 30 años por cada cargo.
Tal y como desveló Reuters hace cinco años, la oficina de Skycom en Teherán ofreció en 2010 a una operadora de telefonía iraní material informático de la marca HP por valor de 1,3 millones de euros pese al embargo vigente. A tenor de dicha agencia, al menos 13 páginas de dicha propuesta estaban marcadas como «Confidencial de Huawei» y llevaban su logo.
Guerra comercial
Aunque la operación nunca llegó a efectuarse y Huawei niega cualquier irregularidad, EE.UU. está usándola para presionar a China en su guerra comercial, que ha provocado aranceles mutuos sobre productos por valor de 300.000 millones de dólares. Con las acusaciones sobre Meng Wanzhou, que ocupa una de las cuatro vicepresidencias de Huawei, Washington apunta directamente al buque insignia de la tecnología china, el mayor fabricante de equipos de telefonía del mundo y una de las primeras marcas de móviles. El sábado de la semana pasada, durante la cumbre del G-20 en Argentina, Trump y el presidente Xi Jinping acordaron una tregua de 90 días. Ese mismo día, en un trasbordo aéreo en Canadá era detenida Meng Wanzhou, «prisionera» de esta guerra comercial que podría acabar en una cárcel estadounidense.