La iglesia de Madre de Dios se restaurará después de la Semana Santa
Espadas firmó ayer con el monasterio la aportación de 100.000 euros para las obras
El convento de Madre de Dios ve la luz al final del túnel, al menos su iglesia y para lo más urgente: su reapertura. Esta joya del XVI, con decoración del Barroco pleno, y donde se hallan enterradas la esposa y la hija de Hernán Cortés y tres bisnietas de Cristóbal Colón, lleva cuatro años cerrada. Demasiado tiempo para un templo de inmenso valor artístico, histórico y devocional. Ayer se firmó el convenio por el cual se destinarán 237.000 euros para las obras de urgencia, 100.000 los aportará el Ayuntamiento y, el resto, la World Monuments Fund en coordinación con el Patronato de la Vivienda y donativos como el de las hermandades del Martes Santo.
El arquitecto Ángel Candela señaló que «a final de enero» estará terminado el proyecto de ejecución y, a partir de entonces, se licitarán las obras, que ya cuentan con todos los permisos de Patrimonio. «El comienzo razonable sería después de Semana Santa, ya que hay que poner andamios y por aquí pasan cofradías. El plazo de ejecución será de unos seis meses», apuntó.
Candela explicó que el templo tiene «bastantes singularidades», la primera de ellas su tamaño: «18 metros de altura, aquí cabría un edificio de seis plantas». También, destacó el pavimento, que es «un elemento a preservar, de los pocos que quedan originales, que habría que tratar en siguientes fases de la restauración». Respecto a los daños que presenta la iglesia, informó que «uno de ellos es el desplome del muro de la nave que da a la calle San José, que se está controlando con un sistema de alta precisión» y que no requiere, de momento, de una actuación urgente.
Donde sí se requerirá una solución urgente es en la armadura original del presbiterio, una cúpula de madera original de 1564, que presenta pudrición de los elementos portantes, así como empujes en el arco toral, que causó desprendimientos. Con estos 237.000 euros, se intervendrá en esta armadura, además de en el apuntalamiento de las zonas del coro bajo, donde hay vigas fracturadas.
Para afrontar estos trabajos, gracias a la coordinación del Patronato de la Vivienda se ha logrado el patrocinio de la World Monuments Fund y del Consistorio. El presidente de esta institución, Miguel Bermudo, indicó que «aún quedan seis o siete conventos en similares características» y que «ojalá haya más iniciativas público-privadas».
«Gracias a Dios»
Por su parte, sor Adela, anterior priora del convento, muy emocionada por ver por fin cercana el fin a los problemas por los que han visto cercenada siu vida monástica, afirmó que «en medio de la oscuridad, Dios pone una luz, y lo ha hecho en pleno tiempo de Adviento, de esperanza». Y se refirió directamente al alcalde: «Dios se ha valido de usted», agradeciéndole su empeño por solucionar el problema ya que es el primer regidor de la ciudad que ha entrado en el convento, como le comentó la priora antes de la firma. «Es como poner una nueva piedra a esta iglesia y esto abrirá también las puertas a que otras personas o instituciones pongan recursos para financiar las futuras fases», señaló sor Adela, en relación a los futuros trabajos que necesitará el convento, no sólo en la iglesia, sino en otras dependencias que están en ruinas.
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, comentó que es responsabilidad del Ayuntamiento «velar por el patrimonio para las generaciones venideras, sea o no de titularidad pública». Por eso, como «vigilantes y custodios», el Consistorio ha aportado el 42 por ciento de la financiación necesaria, que «es el primer paso para acabar la faena».
Por otro lado, recordó que durante su gobierno también se han destinado cuantías importantes para la financiación de la capilla de San José o de la iglesia de Santa Clara, recientemente. «El 2018 está siendo un buen año para el patrimonio de la ciudad». Además, apuntó que «estamos elaborando un plan director de rehabilitación del patrimonio municipal y otros bienes de la ciudad que necesitan una intervención».