Muere en Marbella un mafioso irlandés tras caer desde un balcón
Cayó por un balcón el pasado sábado en Marbella y murió. La hipótesis principal, a falta de los resultados forenses desgranados de la autopsia que se le debe practicar, es que se trata de un desafortunado accidente. «Nada hace sospechar que haya implicadas terceras personas en este fallecimiento», señalan a ABC fuentes de la Policía Nacional sobre el deceso de Michael Cumberton, un supuesto miembro de uno de los clanes mafiosos más importantes y sangrientos de Irlanda, que tiene como base de operaciones de su cúpula la Costa del Sol, donde fue apresado el que se consideraba su «Padrino».
La Garda —policía irlandesa— vincula al fallecido con los Kinahan. Según el diario irlandés «The Irish Sun», Cumberton estuvo alojado en el propio apartamento del considerado jefe de este clan, Daniel Kinahan, en Marbella, que se habría hecho con las riendas de la organización tras la detención de Christopher Kinahan senior en la operación «Shovel» en 2013.
La acogida en la Costa del Sol sería, según el diario, parte del pago por un favor que debían al hermano del hombre hallado muerto en Marbella, Eammon Cumberton. Este último es un supuesto sicario de los Kinahan, encargado de eliminar a un miembro del grupo terrorista IRA. Se trataría, según las informaciones al respecto, de Michael Barr, que en abril de 2016 fue asesinado en un pub del centro de Dublín. Aquella actuación habría puesto en peligro a Michael, que tuvo que refugiarse en España para evitar la venganza contra su hermano del grupo armado.
Guerra de clanes
Lo hizo en la Costa del Sol, donde se sigue una investigación abierta por el fallecimiento, aunque se apunte a un accidente. Lugar que parte de un negro episodio vinculado a este clan irlandés. Se trata del asesinato de Gary Patrick Hutch, el que era supuesto «matón» de los Kinahan y fue «eliminado» en Mijas por un sicario en un brutal tiroteo el 24 de septiembre de 2015. La familia del fallecido culpó a los propios Kinahan de su muerte y comenzaron una guerra internacional de clanes para vengar su muerte.
Al supuesto sicario se le condenó este año por asesinato en la Audiencia de Málaga, pero se libró de la prisión permanente revisable por no demostrarse entonces su relación con ninguna banda del crimen organizado.