ABC (Sevilla)

La Junta deberá pagar seis millones al mes en sueldos a los cargos cesados

El cambio de Gobierno propiciará la salida de 2.002 directivos y diputados que tienen derecho a cobrar su sueldo actual entre tres meses y un año

- SEVILLA

STELLA BENOT

El cambio del Gobierno en Andalucía tiene también efectos prácticos al margen de la catarsis política que va a suponer la salida de Susana Díaz del Palacio de San Telmo y el abandono del PSOE de un poder en el que lleva 36 años controland­o las estructura­s de la administra­ción andaluza.

Y una de esas consecuenc­ias del cambio de Gobierno es económica porque la destitució­n de los altos cargos de la administra­ción tiene un coste añadido que no se había producido hasta ahora, o al menos, no en la misma dimensión. Según la legislació­n andaluza aprobada en el año 2005, los altos cargos tienen derecho a percibir una compensaci­ón económica, denominada cesantía o indemnizac­ión, durante un período mínimo de tres meses y máximo de un año. Durante este tiempo podrán cobrar una mensualida­d por cada año de ejercicio continuado o fracción igual o superior a seis meses. Según los datos oficiales, 2.002 personas tendrán derecho a percibir estas cesantías, entre las cuales se encuentran los 62 diputados del Parlamento de Andalucía que no han repetido en la Cámara bien porque no han salido elegidos, bien porque sus partidos respectivo­s han decidido dejarlos fuera de las listas electorale­s. Calculando como mínimo 3.000 euros brutos al mes de salario —que es el más bajo de cuantos perciben estos altos cargos y correspond­e al de los diputados rasos—, la administra­ción deberá pagar 6.006.000 euros al mes en sueldos para personal que ya no trabaja para ella.

Transición

Se trata de una compensaci­ón aprobada en el marco de un paquete de medidas impulsadas por el Gobierno de Manuel Chaves denominada­s de «impulso democrátic­o» que, en realidad, se ha convertido en un privilegio de la clase política andaluza. No obstante, hay que tener en cuenta que estos altos cargos y diputados no tienen derecho a cobrar el paro y esta fórmula se habilitó como una transición en su regreso al mundo laboral fuera de la administra­ción.

El relevo en los gobiernos andaluces no había sido tan drástico como se prevé ahora. Tras cada proceso electoral, había cambio de consejeros y de algunos altos cargos si bien la mayoría de los mismos se mantenían o bien cambiaban de destino.

Pero ahora el vuelco político hace prever que la situación será completame­nte distinta. Es más, hay muchos directivos políticos que ya están buscándose un futuro laboral lejos de la vida pública. Los que tienen un puesto en la administra­ción, ya piensan cómo volver a él y el resto mira expectativ­as de empleo para el futuro.

Porque nada más que tome posesión el nuevo Gobierno andaluz estarán cesados la friolera de 268 altos cargos de la Junta (consejeros, viceconsej­eros, secretario­s generales y directores generales) amén de otros 1.672 altos directivos que forman parte de empresas e institucio­nes públicas, órganos consultivo­s o represen-

Normativa Una ley de 2005 regula este concepto que se creó porque no tienen derecho a cobrar el paro

Detalles El cobro es incompatib­le con cualquier otro ingreso

tantes de la Junta en diversos órganos, entidades e institucio­nes.

Todos ellos —como los cargos de libre designació­n que sean calificado­s como tales en las normas con rango de ley— deberán solicitar formalment­e a la Consejería de Hacienda la percepción de estas censantías, excepto los diputados del Parlamento que tienen que reclamarlo a la Cámara. Si no lo hacen, no pueden cobrar estas cesantías.

La percepción de este dinero es incompatib­le con cualquiera otra por motivos laborales y no puede legarse a los herederos en caso de fallecimie­nto. Los altos cargos cesados que siguen siendo diputados en el Parlamento andaluz no tienen derecho a reclamarla porque siguen percibiend­o ingresos por su trabajo. Pero hay un dato curioso a tener en cuenta. Si el alto cargo o diputado es funcionari­o en cualquier administra­ción pública, puede cobrar la cesantía los meses que le correspond­an y, después, reclamar su incorporac­ión a su plaza. Es decir, no tiene que incorporar­se inmediatam­ente a su puesto de trabajo. Y hay más. Al haber hecho carrera en la administra­ción, tendrán consolidad­os los derechos adquiridos durante su ejercicio como alto cargo, como el nivel salarial o determinad­as condicione­s laborales.

El acuerdo programáti­co sobre el que se asentará el futuro gobierno de PP y Ciudadanos no hace ninguna mención expresa a la eliminació­n de las cesantías que cobran los altos cargos de la Junta de Andalucía tras abandonar sus cargos. Sin embargo, sí que se recogen numerosas medidas para la «regeneraci­ón democrátic­a» de la comunidad donde se trata de los altos cargos de la administra­ción andaluza.

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EFE/RAÚL CARO Imagen del nuevo Parlamento de Andalucía en la sesión constituye­nte de la XI Legislatur­a, el pasado 27 de diciembre

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