Blanca Palomo: «Samantha va de diva, es la reina de MasterChef»
Esta joven sevillana se ha ganado el cariño del público del talent show culinario
Tarde de merienda en el sevillano barrio del Cerro del Águila con un rico y jugoso bizcocho de limón. Pero éste no es uno cualquiera. Lo ha elaborado la mismísima Blanca Palomo, la concursante más espontánea de MasterChef Junior 6.
Blanca, al igual que muchos niños de su edad, comenzó a cacharrear entre fogones como un juego. Con los años, y la paciencia de su madre y de su abuelo, aprendió a desenvolverse en la cocina. La niña apuntaba maneras. Tal vez, pensaron sus padres, podría ir a MasterChef. Sin dudarlo ni consultarlo, la apuntaron al casting. Y claro, «di un grito que se enteró todo el campamento», cuenta eufórica esta talentosa aspirante a repostera.
Una vez dentro del concurso, el siguiente paso fue conseguir el delantal. Ese momento quedará grabado para siempre en el recuerdo de Blanca, como «una cosa que te recorre todo el cuerpo». Lo que vino después y que vieron millones de espectadores fue una explosión de emociones ante las cámaras, la más tierna expresión de felicidad salpicada por lágrimas dulces, como la propia Blanca. Muy salada, pero con tres cucharadas de dulzura. Porque en ese momento «yo no sabía si gritar, llorar, reírme. No sabía qué hacer, porque no me lo creía».
Con sólo diez años, esta sevillana parece que lleva décadas delante de las cámaras. No se amilana ante nada, y repite las tomas como una profesional del showbusiness. Sin embargo, más allá del concurso y la fama, Blanca encontró en el programa a un grupo de amigos. «No me he alegrado de que alguno de ellos no pase a la final o se vaya antes. Los que han llegado es porque se lo merecen», dice con voz templada. Pero una cosa es no desearle mal al resto y otra que no duela abandonar el programa mucho antes de la final. «A mí me ha escocido, pero bueno. Las cosas pasan por algo, como dice mi señora madre. Me fui pero pude ir al cumpleaños de mi hermano» Respecto a los jueces, Blanca lo tiene claro. «Pepe (Rodríguez) es muy cariñoso, Jordi (Cruz) se hace el tipo duro, pero después tiene su corazoncito blandito, porque luego nos da abrazos. Samantha (Vallejo-Nájera) es muy diva, muy fashion, siempre va con sus pendientes, sus pantalones. Ella va de muy diva y es la reina de MasterChef» dice con naturalidad, para concluir el repaso con Eva González, «es muy simpática y cariñosa. La pobre es muy sensible, que eso no es malo. Nos trata a todos superbién». Para los que ya piensen en la próxima temporada de MasterChef Junior, Blanca tiene un consejo, «que no tengan ni vergüenza ni miedo porque allí los van a tratar como si estuvieran en su casa».
Como una profesional Con sólo diez años, esta sevillana parece que lleva décadas delante de las cámaras