Williams evidenció las carencias defensivas del Sevilla
En este Sevilla en el que todo parece de color de rosa también existen carencias, obviamente. El Athletic las destapó en un sólo hombre, con nombre y apellidos: Iñaki Williams. En un partido sin mucha historia en las áreas, bastaron dos zarpazos del delantero vasco para ajusticiar el mal partido de los de Pablo Machín, que nunca llegaron a encontrarse cómodos en el césped. El técnico soriano no supo lograr que sus jugadores salieran de la presión vasca en la medular, así que el duelo se limitó a la lucidez en las áreas. Y allí Williams fue definitivo.
El ariete rojiblanco evidenció que los centrales del Sevilla no se caracterizan por su velocidad con mucho campo por detrás. Cierto es que Williams dejaría en lento a un velocista amateur de los campeonatos españoles, y a alguno profesional, pero si por algo destacaba el delantero era por esa cualidad, y ayer la explotó.
En el primero, el recorte a Kjaer fue demasiado fácil y luego apareció su acierto para clavar su disparo. En el segundo dejó en evidencia a Sergi Gómez (cuánto tardó en coger velocidad al darse la vuelta) y también a Promes, que no fueron capaces de frenar a Williams con una falta o agarrón que conllevara sacrificar una amarilla.
Es lo que tiene no gozar de una tarde lúcida. Si normalmente el Sevilla juega con espacios atrás, ante el Athletic y con Williams en ataque, la sentencia era más que probable.