El Gobierno de Tsipras salta por la polémica por Macedonia
La retirada de su aliado nacionalista fuerza al «premier» a una moción de confianza
Era un divorcio anunciado: la coalición entre el partido radical Syriza y el nacionalista de extrema derecha Griegos Independientes terminó ayer, cuando Alexis Tsipras aceptó la dimisión del ministro de Defensa, Pános Kamenos, líder del partido de carácter nacionalista de extrema derecha.
El apoyo de Kamenos y sus diputados fu constante desde enero de 2015 y permitió gobernar cuatro años a los radicales en Grecia. Algo que reconoció Tsipras afirmando que «durante cuatro años he tenido una cooperación honesta y sincera con Panos Kamenos, sabiendo que provenimos de distintas familias políticas». Y recordó que con esta cooperación el país ha terminado los rescates y a apoyado a los mas débiles, mientras que se abría el camino para la lucha contra la corrupción.
La causa del divorcio ha sido el acuerdo para que el país vecino pueda ser llamado Macedonia del Norte. El primer ministro destacó su respaldo a ese pacto, porque su principal objetivo es «restablecer el papel y la posición internacional de Grecia y su papel de liderazgo en los Balcanes», señalando que el objetivo es garantizar que el país sea un pilar de estabilidad y seguridad.
Tsipras anunció por televisión inmediatamente después de su encuentro con Kamenos que solicita del presidente del Parlamento comenzar el proceso para solicitar el voto de confianza del parlamento. Pero el presidente del Gobierno ha dejado bien claro que quiere tener la suficiente mayoría para ratificar el Tratado de Prespa y efectuar una serie de reformas constitucionales.
Evitar ir a las urnas
Los observadores políticos esperaban esta decisión, ya que Kamenos había declarado siempre que no aceptaría el nombre de Macedonia en cualquier reconocimiento oficial del nombre el país vecino y había tenido fuertes encuentros personales con el ministro de Exteriores que preparó el Tratado de Prespa, Kotzias, quien finalmente dimitió tras los ataques sufridos (ahora el ministro de Exteriores es el propio Alexis Tsipras). Se espera que en el voto de confianza, el primer ministro conseguirá los votos de algunos diputados de otros partidos. De no obtenerlo, algo que no se espera, se convocarían elecciones anticipadas.
Diálogo de sordos
«Decimos no al voto de confianza» afirmó Kamenos minutos después de la intervención de Tsipras por televisión. E insistió en que el Tratado de Prespa debería aprobarse con el voto de 180 diputados de los 300 que forman el Parlamento uncameral heleno, añadiendo que además se debería efectuar un referéndum. También dejo caer una amenaza: si hay diputados miembros de su partido Griegos Independientes que den su confianza al gobierno serán inmediatamente expulsados de su formación nacionalista.
«Ahora es el momento de que entreguemos la silla», frase que en griego significa dejar el cargo, en este caso gubernamental, dijo el líder nacionalista griego, reiterando que miles de personas han perdido la vida por la Macedonia griega «y no pueden estar de acuerdo con el término Macedonia del Norte».